La asociación Málaga por su Catedral, que el pasado sábado realizó una visita a la terraza de la Catedral, ha lanzado la voz de alarma por el aumento de las grietas y roturas en la capa de baldosas y mortero que recubre las cúpulas, la solución adoptada en 2009 por la Junta de Andalucía para acabar con la goteras del Templo Mayor, con un coste aproximado de 1,7 millones de euros.

"Hacía año y medio que no subía, cuando sólo se contemplaban algunas grietas. En poco tiempo tanto los baldosines exteriores como la capa de mortero bastardo se han deteriorado enormemente, con el peligro de separación y vuelo exterior de las zonas superficiales, que podrían caer a la calle", declaró a este periódico el presidente de Málaga por su Catedral, Diego Estrada. La asociacion además, recordó el presidente, de la mano de la Fundación 'Por Amor al Arte, la Catedral' presentó hace algo más de un año un contencioso administrativo, que ha sido admitido, por permitir la Gerencia de Urbanismo que las obras de la Catedral sigan sin finalizar.

El responsable de este colectivo, que aboga porque la solución sea un tejado a dos aguas que acabe con los problemas, algo en lo que en el siglo XVIII ya pensó el arquitecto Ventura Rodríguez, considera que "la pelota la tiene el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico" y criticó a la Junta de Andalucía por lo que considera falta de voluntad para aprobar el plan director del templo.

"Todo está parado y continúa el avance en el deterioro exterior de las 23 bóvedas emergentes y la caída vertical de cascotes en el interior del Templo", criticó.

Diego Estrada ya denunció en este diario en 2014 que dos años después de la obra de cubrimiento de las bóvedas, ya se había demostrado que la obra había resultado fallida porque su autor no colocó juntas de dilatación.

Ventura Rodríguez adaptado "a nuestro tiempo"

También se decanta por el tejado a dos aguas el arquitecto malagueño y coautor del plan director de la Catedral de Málaga, Juan Manuel Sánchez Lachica, quien en una charla en abril de 2017 en el ciclo de conferencias de Los Culturales de El Pimpi, abogó por la solución de Ventura Rodríguez "pero adaptada a nuestro tiempo".

Sánchez Lachica recordó entonces que el periodo de garantía de obras como el cubrimiento de las bóvedas es de solo tres años, y que un monumento como la Catedral necesita `por tanto otro tipo de soluciones técnicas.

En este sentido recordó que algo tan sencillo y milenario como una cubierta de tejas "permite dilataciones y un sistema más fácil de reparación en caso de goteras", pues basta con retirarlas para dar con ellas, mientras que con el cubrimiento actual no se puede conocer el origen de unas humedades.

Por otro lado, explicó en El Pimpi que si las bóvedas cubiertas no cuentan con juntas de dilatación, se debe a que estas se colocan en superficies planas, mientras que en superficies abovedadas sería una solución muy compleja y costosa.

"La Catedral es un edificio inacabado y por tanto genera muchos problemas", resumió en 2017.

A la espera del plan director

Por su parte la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, Monsalud Bautista, negó que las obras de la cubierta deban atribuirse a la Junta. "Fue una decisión de un jurado formado por mucha gente y las obras las contrata el Cabildo, no la Junta".

Monsalud Bautista informó además que la administración autonómica sigue a la espera de que el Cabildo catedralicio le entregue el plan director de la Catedral, "que está siendo modificado ahora mismo por los técnicos". También señaló que Cultura espera un informe con las catas realizadas por estos técnicos en la cubierta.