La temporada alta turística en la Costal del Sol presenta unas buenas perspectivas de empleo en un verano que se prevé de nuevo magnífico en cuanto a afluencia de turistas y ocupación hotelera, después de que el acuerdo en torno al nuevo convenio de hostelería despejara hace unas semanas la amenaza de huelga que planeaba sobre el sector. El sindicato CCOO calcula que el número de afiliados a la Seguridad Social en el sector rozará este verano las 95.000 personas en la provincia de Málaga, un 5% por encima de las cifras del año anterior. Ya en este pasado mes de junio, el volumen rozaba los 91.000, un dato que se irá completando ahora con las últimas incorporaciones en hoteles, restaurantes, chiringuitos, discotecas o salas de fiesta de cara a afrontar la avalancha de turistas que se esperan en los próximos dos meses.

A cierre de marzo, Málaga presentaba unos 75.600 afiliados a la Seguridad Social trabajando en el sector (la gran mayoría, asalariados). Desde entonces, y con la celebración de la Semana Santa como punto de arranque, el turismo habrá generado así en estos meses unos 20.000 empleos ligados al sector de la hostelería en Málaga. El responsable nacional de Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes, recuerda que el sector hostelero se ha venido reforzando progresivamente de cara a la temporada alta, que alcanza su momento álgido en agosto, para empezar a bajar de nuevo en empleo a partir de septiembre.

Teniendo en cuenta la evolución de los flujos turísticos en lo que va de año, las previsiones del sindicato son que Málaga registrará este verano (contando desde los meses de junio a septiembre, ambos inclusive) un total de 2,4 millones de turistas en hoteles que realizarán 9,6 millones de pernoctaciones. Los incrementos en relación al pasado año serían así del 2,7% y del 1,4% respectivamente. Del total de turistas, más de 853.000 será nacionales y 1,5 millones vendrán del extranjero. Los hoteles malagueños tendrán una plantilla media este verano que alcanzará, en conjunto las 17.400 personas, con una subida del 3,8% sobre el anterior ejercicio. La estancia media será de casi cuatro días, un número prácticamente similar al del verano de 2017, siempre según el vaticinio de CCOO.

La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) ya avisó hace un par de semanas que en España se está detectando una ralentización en el crecimiento de la actividad turística en este 2018, aunque destacó que Málaga capital y Marbella, y en menor medida Torremolinos, Fuengirola y Benalmádena, mantienen cifras por encima de la media española en cuanto a la rentabilidad socioeconómica.

El menor ritmo de crecimiento en este inicio de 2018 a nivel nacional se debió, entre otros factores, a la recuperación de destinos competidores con Turquía y Egipto a la cabeza, donde los principales touroperadores han retomado su actividad, programando una mayor capacidad que se acrecentará notablemente en verano. El turismo español también se ha visto afectado por la pérdida de fortaleza del mercado británico, en un contexto de avance del brexit y de la desconexión con la UE. Además, se ha registrado un aumento de precios por parte de los hoteles.El nuevo convenio

El verano ha tenido como antesala en Málaga la negociación de la firma del convenio de hostelería, con un acuerdo alcanzado hace tres semanas que evitó in extremis la convocatoria de una huelga en el sector por parte de los sindicatos. El sector se ha asegurado así la paz social para los próximos ejercicios. El nuevo texto (firmado el pasado lunes por CCOO y UGT y por la patronal hotelera Aehcos y la de hostelería Mahos) tiene una vigencia de cinco años, incluye una subida salarial global del 13% y, como punto estrella, es pionero en el sector a nivel nacional por incluir un punto que asegura a todos los trabajadores que estarán bajo del paraguas del convenio, aun en el caso de que pertenezcan a una empresa subcontratada.

Este punto beneficiará de forma especial a puestos como el de las camareras de piso, las famosas kellys, según destacaron en su momento la responsable de Servicios de CCOO de Málaga, Lola Villalba, y el responsable de Hostelería de UGT Andalucía, Sergio de Oses.

Las centrales calculan que unos 3.000 trabajadores de los hoteles malagueños operan de forma externa. El tema no es baladí, ya que en puestos como en el de las camareras de pisos la diferencia salarial por el mismo trabajo puede llegar actualmente a cerca de 500 euros mensuales (1.250 euros en el caso del convenio de hostelería y 700-800 en multiservicios). Eso por no hablar de las diferencias en beneficios sociales.

La intención de los sindicatos es que el convenio pueda publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) antes de septiembre, con el objetivo de que entre en vigor durante los meses de verano y beneficie de forma directa a las miles de personas que trabajan en la industria turística.

Temporalidad excesiva

En relación al empleo, Gonzalo Fuentes insiste, en todo caso, en que la precariedad sigue siendo el principal lastre de la industria turística. ?Y es que los sindicatos lamentan que los años récord que está firmando el sector en Málaga en cuanto a volumen de turistas no estén dejando una mejora acorde en la calidad de las contrataciones. La principal queja viene por un uso de la temporalidad por parte de las empresas que se considera «abusivo», unido a un creciente peso del trabajo a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa.

El 51% de los trabajadores del sector tienen así un contrato temporal frente al otro 49% que sí están indefinidos. En comparación con los datos a nivel nacional, Andalucía y Málaga están 14 puntos por encima en cuanto a tasa de temporalidad.

Según CCOO, los trabajadores temporales se ven además «doblemente penalizados por el tipo de jornada, ya que dentro de este grupo, el 41% tienen su contrato con jornada parcial». La imposición de esta modalidad de empleo por parte de las empresas impide a los trabajadores obtener un salario suficiente para llegar a fin de mes.

Ese cuadro laboral se completa con el hecho de que en la hostelería registra meses donde hasta el 97% de los contratos que se firman son temporales, pese a que algunos de los puestos que se cubren con ellos responden a necesidades permanentes de la empresa. «Muchos contratos temporales están en fraude de ley», viene insistiendo Fuentes.

Otro gran problema, en este caso de la contratación a tiempo parcial, son los casos de fraude laboral. «El empleo por horas un verdadero foco de economía sumergida. Hay personas que están contratadas dos o cuatro horas al día pero que en realidad echan ocho o más y descansan sólo un día», señala el sindicalista, que aboga por introducir cambios en la legislación que atajen esta situación.

«La Inspección de Trabajo no tiene medios suficientes para poder controlar un fraude que está muy generalizado.

Algunas empresas dan de alta al trabajador por unas horas y lo tienen aleccionado para que, en el caso de que llegue un inspector de visita, diga que sólo trabajan lo estipulado en el contrato. Y ellos acceden por miedo a perder el empleo», denuncia.