El subdirector general de Cooperación Internacional contra el terrorismo, las drogas y la delincuencia organizada del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier García-Larrache, señaló ayer que entre las principales amenazas para España está el «esperable retorno de combatientes terroristas extranjeros, que se desplazaron desde nuestro país a las zonas de conflicto en Siria e Irak».

Así se pronunció García-Larrache durante su intervención en uno de los cursos de verano de la Universidad de Málaga, que llevaba por nombre Radicalización violenta y terrorismo: desafíos contemporáneos a la seguridad, organizado por la Fundación General de la UMA y Cifal Málaga.

El subdirector general de Cooperación Internacional explicó que, aunque todavía no se ha producido un regreso masivo, «son un número considerable, en torno a 240, y cuentan con experiencia de combate y conexiones amplias en redes terroristas». García-Larrache detalló que de éstos han regresado aproximadamente 40, de los cuales 18 ya han sido juzgados y están en prisión.

En esta línea, manifestó que el flujo yihadista ha cambiado, señalando que «hasta hace unos años el movimiento era desplazarse a Siria e Irak para combatir allí y cuando Daesh empezó a ser derrotado militarmente cambió la llamada a potenciales terroristas, primero para desplazarse a otros países como Yemen o Libia y desde hace aproximadamente un año y medio la llamada es para hacer la yihad en los países de residencia, por lo que es uno de los problemas actuales».

García-Larrache aseguró que la amenaza terrorista «hay que afrontarla siguiendo el principio de que un Estado solo no puede hacer frente a este fenómeno global y trasnacional y que esta estrategia en la Unión Europea tiene cuatro objetivos claros: prevenir, proteger, perseguir y responder».

«Se intenta atacar al terrorismo durante todo su ciclo vital, desde su nacimiento, radicalización y causas hasta el juicio y la posterior rehabilitación y reintegración de los terroristas. En Europa hay cooperación policial y judicial», afirmó.