Tras 37 repartiendo suerte, ahora busca que la suerte continúe acompañándola a ella. Josefa Arias regenta, desde 1981, la administración de loterías Doña Pepa, antes ubicada en Carranque y, desde este martes, en la calle Jerez Perchet, 2, en Ciudad Jardín. Un nuevo barrio y una nueva oportunidad o, al menos, eso espera.

El barrio malagueño de Carranque, explica Arias, «me ha aportado mucho, pero se ha quedado muy vacío de vecinos y un poco antiguo». En cambio, la nueva zona «es más animada». Además, la calle Emilio Thuillier, que cruza la vía en la que se ha instalado Doña Pepa, «está llena de negocios» y, por tanto, de posibilidades. Por ello, aunque esté segura de que va a echar «bastante» de menos a sus clientes habituales, es consciente de que «hay que levantar el negocio».

«Tiene mucho paso de público, ha quedado muy bonito y yo estoy muy ilusionada», insiste esta malagueña que a lo largo de estos años ha repartido algunos premios destacados, entre ellos un primer premio y un segundo de Lotería Nacional del jueves y un primero de Lotería Nacional del sábado.

Aunque los más importantes fueron un premio millonario de La Primitiva del jueves, de 4,5 millones de euros, y un premio de cinco aciertos más complementario de La Primitiva del sábado, de 142.000 euros, detalla emocionada.

«He tenido mucha suerte», recuerda con cariño refiriéndose al dinero que ha podido repartir entre clientes a los que, afirma, «les venía de maravilla porque eran personas necesitadas». Sin embargo, tiene algo pendiente: dar algún premio de Navidad, algo que, está segura, «va a pasar este año», bromea esperanzada.

La administración de lotería número 53 lleva con Josefa Arias prácticamente toda su vida.

Quinielas

Cuando salió del instituto se le presentó la oportunidad. «Se quedó un hueco que podía coger y probé allí». Cuando empezó, en 1981, solamente vendía quinielas de fútbol, «que era a lo único que se podía apostar».

Por ello, cuando llegaba el verano y la temporada futbolera acababa, también cerraba Doña Pepa. Fue más tarde y poco a poco cuando se fueron incorporando el resto de juegos. Primero la primitiva, después la bonoloto y así progresivamente hasta alcanzar los once juegos que oferta ahora Loterías y Apuestas del Estado.

Desde entonces ha luchado por mantener su negocio, una labor en la que su hija Carmen, cuando puede -porque aún está estudiando- la ayuda.

Y así recibe Josefa Arias el cambio, centrada en seguir haciendo lo que le gusta: hablar con el público, entablar relación con los clientes y «hacernos querer», aunque ahora en una nueva Doña Pepa.