Esperanza Oña, exalcaldesa de Fuengirola y actual vicepresidenta segunda del Parlamento andaluz, salió del congreso extraordinario como una de las grandes ganadoras dentro del PP de Málaga. Desde el primer momento, se decantó por Pablo Casado. Aguantó el tipo ante la apuesta de la dirección provincial y no cambió de criterio. Si el resultado final de la votación que dio el triunfo a Casado fue más claro de lo esperado, hay que buscar en Oña a una de las principales responsables de movilizar un voto oculto entre los compromisarios malagueños que parecían convencidos por Soraya Sáenz de Santamaría. Nadie en el PP se atrevía a vaticinar cómo quedaría finalmente la nueva ejecutiva que iba a presentar Casado en Barcelona, pero desde principios de la semana el nombre de Oña venía sonando con fuerza. Se había especulado con que la vicesecretaría de Organización o Acción Social iban a ser para ella. Finalmente, ni una cosa ni la otra. Entre los 51 nombres que componen el nuevo comité ejecutivo, anunciado ayer por el propio Casado desde Barcelona, Oña aparece como la nueva defensora del afiliado del PP. Un cargo poco relevante y de reciente creación.

Fuentes del partido aseguraron a este periódico que el poder orgánico que brinda este cargo, diseñado por Mariano Rajoy en 2017, es «prácticamente nulo» y que su importancia en el organigrama estaría a «años luz» de una vicesecretaría o de cualquier responsabilidad al frente de un área concreta. Oña, que había apoyado con entusiasmo al nuevo presidente popular, viajó hasta Barcelona para estar presente en la primera reunión de la ejecutiva que se estrenó ayer. En las imágenes que se difundieron por las televisiones, se le vio con un semblante serio. La definición que se hace dentro del partido, convierte al defensor del afiliado en una especie de buzón de queja para los militantes de base y en alguien que debe ejercer como puente entre el afiliado de calle y la cúpula del partido.

Casado dejó libre a propósito varios puestos de su ejecutiva. La idea era ofrecer algunos puestos de relevancia a los colaboradores de Sáenz de Santamaría. Una integración frustrada finalmente por lo que quedaban más huecos dentro de la estructura y un abanico más amplio para situar, en teoría, a algunos nombres que habían probado su lealtad con Casado desde el minuto uno. Pero el nuevo presidente del PP ha renunciado a otorgarle más importancia al PP de Málaga de la que adquiere ahora Oña. Más allá del escaso peso que atesora su nuevo cargo, la exalcaldesa de Fuengirola se convierte en la única representante del PP de Málaga en la ejecutiva de Casado. Con las ventajas que entroncan en el hecho de tener presencia física en las reuniones del máximo comité del partido, núcleo en la toma de decisiones.

Ganadores

El capítulo de los triunfadores andaluces en el nuevo reparto de poder en el PP es para dos personas que apoyaron en primera vuelta a María Dolores de Cospedal. El nuevo presidente del PP ha colocado al frente del comité electoral del partido al exministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, que estará flanqueado por el exalcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, como secretario de Electoral. Casado manda así un mensaje claro. Premia a dos personas de Cospedal y los sitúa en cargos de suma importancia. El comité electoral se reserva el derecho último de validar las listas electorales del partido. Es decir, Zoido tendrá la última palabra sobre los integrantes de las candidaturas en vísperas de un importante ciclo electoral que se avecina, con las andaluzas y las municipales a la vuelta de la esquina.

Casado viajará este sábado a Córdoba para cerrar filas junto al presidente del PP-A, Juanma Moreno, pero el colocar a alguien con quien el actual líder de los populares andaluces tiene tan escasa conexión ya no sólo sentimental, sino también a nivel orgánico, es toda a una declaración de intenciones y aumenta, más si cabe, la presión que tiene Moreno de cara a las urnas. Por otra parte, la nueva ejecutiva registra una gran ausencia. Casado prescinde de Javier Arenas, dejándolo fuera. De esta manera desactiva a uno de los grandes valedores de Moreno.