El comedor de Los Ángeles malagueños de la Noche cierra a partir del 13 de agosto y no vuelve a repartir sus tradicionales comidas hasta que culmine el mes, un periodo en el que aprovecharán para hacer algunas tareas de mantenimiento.

Una limpieza a fondo de todas las instalaciones y pintar el inmueble son algunas de las labores que se llevarán a cabo en las próximas semanas, según indicó el presidente de Los Ángeles malagueños de la Noche, Antonio Meléndez. Mientras tanto, en estos días previos al cierre, la organización está repartiendo alimentos entre sus usuarios para que no tengan problemas para afrontar ese periodo en el que no repartirán los desayunos, almuerzos y cenas.

Se trata de la segunda vez desde que abrió sus puertas el comedor en 2007 -entonces en la explanada de Santo Domingo- que cierra más allá de la Feria de Málaga. Una semana en la que siempre ha evitado mantener su actividad por su proximidad con el entorno de la feria del centro de la ciudad para que no haya problemas o altercados.

El verano pasado cerró por vez primera durante un mes y este año mantiene ese cierre aunque lo reduce a algo más de dos semanas. Unos días en los que aprovecharán para arreglar el comedor y descansar ya que casi la totalidad de la plantilla que trabaja en el comedor a diario está compuesta por voluntarios. «Son los únicos días que pueden descansar así que aprovechamos para que puedan estar junto sus familias», sentenció Meléndez.

Descenso de usuarios

Otro de los motivos que ha llevado al presidente de la asociación a repetir esta fórmula es que desde inicios del verano se ha notado un descenso de los usuarios. «Es muy buena noticia; muchos consiguen trabajos temporales y dejan de venir», matizó. Por ello, de los mil usuarios que han atendido durante el invierno en una jornada normal, durante estos días las colas se han reducido a la mitad.

Los trabajos de verano de los últimos dos años han hecho que el comedor reciba durante la época estival la mitad de usuarios que en otra época del año, una bajada que en años anteriores y en plena crisis no se producía. Sin embargo, el presidente Antonio Meléndez recordó la necesidad de sumar más socios protectores para mantener el comedor. Con unos gastos mensuales que ascienden a cerca de 6.000 euros, Meléndez apeló una vez más a la solidaridad de los malagueños para que apoyen con lo que puedan económicamente a mantener el comedor.