Del banco de medusas que durante una semana ha afectado a la mayoría de las playas de la Costa del Sol ayer casi no había rastro. No obstante, pasada la tempestad, llegó la hora de la reflexión. Las decenas de toneladas que este verano han recolectado barcos quitanatas e incluso bañistas podrían tener algún uso. Muchos regidores hasta bromeaban en las últimas semanas con un posible fin gastronómico de las mismas. Pero ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fue aún más allá y planteó la posibilidad de que científicos determinen si estos invertebrados podrían emplearse en el campo de la salud o hasta de la cosmética.

El regidor expresó que sería un trabajo muy interesante «analizar las causas de la presencia de estas medusas en el litoral malagueño», tal y como ha planteado en estos últimos días la empresa pública Turismo Costa del Sol. Agregó que para ello sería importante la ayuda del Instituto Oceanográfico de España y de la Universidad de Málaga (UMA). «El Instituto Oceanográfico es una autoridad máxima, igual que la UMA, y es un trabajo interesante que merece la pena hacer. No es un tema de un municipio sino algo generalizado y se puede hacer una reflexión conjunta», manifestó el alcalde sólo horas después de que el domingo se suspendiese por la presencia de medusas la tradicional travesía a nado del Puerto de Málaga.

Recordó que en dichos trabajos de investigación también podrían incluir al Aula del Mar, aunque reconocía ayer que este organismo «tiene menos medios humanos». Turismo Costa del Sol, no obstante, apuntó a que el Aula del Mar debería ser la entidad que lidere algún grupo de trabajo para determinar en profundidad cuáles son las causas de la presencia masiva de medusas, más allá de las temperaturas, de las corrientes marítimas o del sector pesquero, que a ojos de Bruselas estaría detrás del agotamiento de algunos de sus depredadores.

El biólogo del Aula del Mar responsable de las medusas, Jesús Bellido, reconocía ayer que la situación de los días anteriores había cambiado muy significativamente. Expresó que el banco de medusas ha terminado por desplazarse y que, ayudado por las altas temperaturas, apenas causó problemas este lunes.

«La cola del banco apenas afectó a primera hora a municipios del extremo costasoleño más occidental, como Estepona o Manilva», matizó. El regidor manilveño, Mario Jiménez, agregaba sin embargo que ayer ondeó la bandera verde en las playas de su municipio y que la situación no tenía nada que ver con la vivida durante el fin de semana o los días anteriores.

Bellido reconoció un día más lo atípico de este verano en cuanto a la presencia de medusas. En estos últimos años se limitaban a afectar la actividad de los bañistas durante días sueltos y siempre se localizaban en playas muy determinadas, no hasta en el 85% de las existentes en Málaga, de Nerja a Manilva. «Estamos trabajando en ver por qué sucede esto», agregó.

En tal sentido volvió a solicitar la colaboración ciudadana, a través de la aplicación de móvil disponible en infomedusa.es y que cuenta con la ayuda de la Diputación, porque así se consigue controlar en tiempo real «dónde están localizadas las medusas y cuál es su evolución en función de aspectos como la meteorología».

«Hay que mirar lo que se está haciendo en el Levante español, que están lidiando desde hace años con esto y que tienen conciertos con pescadores. Habrá incluso que establecer zonas seguras en las propias playas dejando un espacio para que la gente se bañe sin problema, etcétera», precisó el propio biólogo.

El Aula del Mar reconoce que ya en el mes de mayo los investigadores del CSIC alertaron de que podría ser un año de más presencia de medusas en el Mediterráneo.