Las agresiones a miembros de la comunidad educativa por parte del alumnado han aumentado un 17 por ciento, según afirma un estudio de la Asociación Cívica para la Prevención (ACP). Así lo han señalado Raúl Jiménez, concejal de Asuntos Sociales, y Rafael Arredondo, representante de ACP, que han presentado esta mañana los resultados del "Proyecto Alternativo para menores expulsados de los centros escolares", que se basa en la atención a 109 alumnos de 23 centros diferentes.

Esta asociación lleva a cabo un programa para aquellos niños que son expulsados de los centros educativos, que, una vez dejan de asistir a los mismos, no trata de educar o enseñar una actividad docente, sino que es un elemento de prevención y de reeducación. "Con esto se pretende que los alumnos piensen por qué han sido expulsados e intenten reconducir su actitud", explica Jiménez. "Tenemos que apostar por los jóvenes antes de que abandonen sus estudios, incidir en ellos y motivarlos para que sigan estudiando y no se conviertan en personas en exclusión social", añadió el edil.

Según el informe en cuestión, el 91% de los estudiantes expulsados consideran que han aprendido algo de este proyecto; además, un 92% ha llegado a la conclusión de que hay algún aspecto que debe cambiar, sea en la familia o en el centro al que asiste. En la misma línea, un 70% asume que si no han aprendido nada, es por un problema de actitud. "Siempre se ha dicho que el primer paso es reconocer los problemas, y en este caso se reconocen", destaca Jiménez. Además, el 67% de menores que han pasado por el proyecto no obtuvieron más partes y el 35% no volvió a ser expulsado.

En cuanto al perfil del alumno, destaca una amplia mayoría del género masculino: el 77% de los alumnos expulsados son chicos, mientras que las chicas forman el 23% restante. Esta es una conclusión que destaca en el resultado del proyecto, y es que el número de alumnas que tuvieron que parar su actividad escolar durante unos días ha aumentado en un 22% respecto al año anterior, "es decir, cada vez más chicas están siendo expulsadas respecto a los chicos".

En cuestión de edad, el 79% corresponde a los alumnos de entre 13 y 15 años, especialmente los de 13. Se trata de un dato que contrasta con otra evidencia: 1º de ESO es el curso que más expulsiones registra. Es decir, el perfil del alumno al que se le priva temporalmente de su actividad escolar responde, eminentemente, a un repetidor.

"Hace ocho años detectamos esta realidad, la cual hoy sigue sin ser atendida como creemos", señala Rafael Arreondo. "El hecho de no poder estar en el colegio impide que ese menor pueda seguir un ritmo académico, pero además no se abordan las circunstancias que originan la expulsión, con lo cual entramos en un bucle", añade. El representante de ACP destaca tres objetivos principales del proyecto: la prevención del absentismo escolar, el abandono prematuro y los comportamientos respecto al consumo de sustancias.

El papel de las adicciones

Los resultados del proyecto que ha llevado ACP también aborda las adicciones a diferentes sustancias. El 34% de los alumnos expulsados encuestados reconocen consumir bebidas energéticas de forma diaria. "Cuando un chico llega a clase habiendo desayunado un Monster, ni le hables de Matemáticas. ¿Qué pasa? Que en diez minutos está en la calle expulsado", subrayó Arredondo.

El consumo de cachimbas también es una de las adicciones más destacadas en estos menores, y es que el 20% lo hace diariamente.

Andalucía, "la primera comunidad en fracaso escolar"

Así lo ha expresado Raúl Jiménez en relación al camino que queda por recorrer. Según el Ministerio de Educación, la comunidad andaluza cuenta la cuarta peor marca de España en cuanto a fracaso escolar: un 23,5%, una cifra 5 puntos por encima del 18,28% de la media nacional y muy lejos de las que se muestran en regiones como País Vasco (7%), Cantabria (8,9%), Navarra (11,3%), La Rioja (12,9%), Madrid (13,9%), Asturias (14,8%) y Galicia (14,9%), las tasas más bajas. Solo Baleares (26,5%), Melilla (24,4%) y Ceuta (24,3%) cuentan con una cifra de fracaso escolar más alta que Andalucía.