El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la provincia de Málaga, Miguel Ángel Carmona, alertó ayer del «grave perjuicio» económico que está suponiendo el cierre de los caladeros de moluscos por la presencia de biotoxinas y reclamó a la Junta de Andalucía que disponga ayudas para el sector.

Desde el pasado 26 de julio el litoral andaluz, y por ende el malagueño, está sufriendo un episodio de algas tóxicas, afectando a todas las zonas de producción de moluscos bivalvos. Esto, según Carmona, en plena temporada de verano que junto a la Semana Santa y la Navidad son las tres campañas de mayor venta para el sector pesquero.

El cierre de los caladeros debido a «episodios bastante virulentos» de la presencia de estas biotoxinas está afectando económicamente a estos profesionales, que no creen que este mes puedan capturar moluscos, como por ejemplo chirlas, almejas, coquinas o búsanos, entre otros.

«Este es otro problema en la montaña que los pescadores tenemos que escalar cada día», dijo a Europa Press el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Málaga, quien ha recordado otros inconvenientes que ya acarrea el sector. En este caso, en la provincia son más de un centenar los barcos afectados por este cierre por las toxinas DSP y PSP, «lo que afecta a 300 y pico familias». Carmona indicó que no han contabilizado el coste de esta situación «pero es muy muy alto, bastante considerable».

Explicó que antiguamente los fondos europeos de la pesca contemplaban ayudas a partir de los 21 días de paralización por toxinas pero «eso desapareció». Carmona reclamó que se retomen dichos fondos y que la Junta habilite «una partida de urgencia para auxiliar al sector pesquero», más aún teniendo en cuenta, añadió, que los cierres de los caladeros por las biotoxinas son «cada vez más habituales».

En los mismos términos se pronunció la patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez, María del Carmen Navas, quien hizo hincapie en el que perjuicio «está siendo muy alto». En rueda de prensa en el puerto de Caleta de Vélez, pidió también medidas para solucionar «lo antes posible» los perjuicios que supone este cierre para la provincia de Málaga. El cierre por biotoxinas mantiene «completamente cerrados» los caladeros de la provincia, lo que supone «un perjuicio económico bastante notable». Incidió en que los pescadores, durante el verano, «ahorran para el invierno» puesto que el producto que se pesca «vale más».

A este cierre de los caladeros, se suma la nueva orden de reestructuración de la pesca de moluscos bivalvos, pasando Andalucía de la denominada zona A a la zona B, lo cual «supone pasar por la depuración, lo que hace casi inviable que puedan pescarse» estos productos.

«Hemos perdido 32.000 metros de zona de producción sólo en Málaga, 32 kilómetros que no tenemos por todos los puntos de vertidos al mar, que en la provincia son 107; y se restringe la captura», lamentó Navas, quien pidió a la sociedad que se conciencia de no tirar residuos al mar pero también reclamó a las administraciones competentes que «pongan al día las depuraciones para poder pasar de nuevo a ser zona A».