­Para algunos forman parte del legado que dejó la efervescencia en el sector inmobiliario. Para otros son el ejemplo perfecto de lo que pasa cuando un bien de primera necesidad se ha convertido en objeto de especulación y comercialización. Por una razón u otra, la provincia de Málaga todavía acumula un considerable stock de viviendas de nueva construcción que aún están sin vender. Concretamente, 9.483 objetos si se hace caso a los últimos datos que ha publicado el Ministerio de Fomento en su informe anual que publica con el título de «Informe sobre stock de vivienda nueva», y que ha vuelto a ver la luz con una radiografía pormenorizada por provincias, y que sitúa a Málaga como la cuarta con más vivienda nueva aún sin vender, justo detrás de Cádiz, Sevilla y Almería. Sumando todas las provincias, Andalucía todavía acumula un stock total de 73.316 viviendas.

Estas cifras podrían contradecirse, a priori, con esa imagen de revitalización asociada a la actualidad del sector de la construcción, y que se aprecia en la capital y en la franja litoral de la Costa del Sol Occidental con la vuelta de las grúas. De hecho, en Málaga son varias las promociones que se han licitado recientemente. Las Villas de Colinas del Limonar son el último ejemplo de ello. En Teatinos hay varias promociones que ya van tomando forma. La gerente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, matiza estas cifras y precisa que el stock que queda en manos de promotores malagueños es «prácticamente nulo». «Realmente, los promotores ya no tienen vivienda nueva sin vender. Esas viviendas deben ser construcciones que están en manos de los bancos», añade en conversación con este periódico.

¿Entonces, las viviendas contabilizadas por el Ministerio de Fomento corresponden a viviendas abandonadas, arrinconadas por la maleza, seguramente a buscar en segunda o tercera línea de playa, en urbanizaciones alejadas de los principales núcleos urbanos y de difícil acceso? Según Aragón, las posibilidades son muy elevadas. «Seguramente, estamos hablando de viviendas con una ubicación complicada y con poca salida en el mercado», aclara Aragón. En general, la gerente de la ACP habla de una recuperación del sector «zonificada». Esto es, vuelta de promociones en la capital y en la zona de la Costa que va desde Mijas hasta Estepona; actividad leve en la Costa del Sol Oriental y nula actividad en la zona interior. «Las viviendas que están saliendo a mercado en la capital están teniendo muy buena acogida, se vuelve a comprar sobre plano», precisa Aragón que eso demuestra que en Málaga el stock se ha agotado y que existe una demanda por nuevas viviendas. En este sentido, vuelve a subrayar que «las viviendas que se quedaron sin vender por parte de los promotores en la época del boom, como bien se sabe, pasaron a los manos de los bancos».

Rafael Arredondo, representante por la provincia de Málaga en el Observatorio de la Vivienda de la Junta de Andalucía, pide que estas construcciones sin estrenar formen parte del parque de viviendas públicas. «El parque público en España no llega al dos por ciento. En la provincia de Málaga existe un déficit enorme entre personas que necesitan un lugar para vivir y vivienda social. Tenemos a gente pasando sed, pero vendemos el agua», lamenta Arredondo. Para este profesor de Trabajo Social de la UMA, esta situación en la que existe vivienda que no tiene salida se debe al hecho de que ésta se haya convertido en un bien para especular. «La vivienda no puede ser un bien para ganar dinero porque si se trata así, sólo se va a construir para obtener un beneficio. Es lo que está pasando ahora. Una situación que tiene su origen en los primeros años del franquismo, cuando se decidió que ya no íbamos a ser un país de proletarios sino de propietarios», resume. Si no se da un uso social a las 9.483 viviendas, Arredondo pide su demolición.