Con el objetivo de lograr que las personas refugiadas se inserten en la sociedad y logren autonomía, la asociación Málaga Acoge cuenta con un programa específico a través del cual les ayudan con pisos tutelados y la búsqueda de viviendas, entre otras cuestiones. Un apartado en el que están teniendo problemas ante la falta de inmuebles y los precios en los que rondan los alquileres.

La coordinadora del programa y trabajadora social, Alejandra Duque, explica que necesitan dos viviendas en este momento, ambas por la zona de Torre del Mar (Vélez Málaga); una para ampliar a cuatro los pisos tutelados que alquila la propia asociación y un máximo de 700 euros de alquiler. Las características que requiere la vivienda es de tres o cuatro habitaciones, salón, dos baños, preferiblemente amueblada o, al menos, con el equipamiento básico. La otra vivienda que requieren es para una familia que está en una nueva fase del proceso y tiene que alquilar ella misma el inmueble, todo ello bajo garantías ya que la familia recibe una ayuda y en todo momento está el proceso controlado por la entidad, según explicó Duque. Una casa de tres habitaciones y máximo 650 euros al mes de alquiler. «Entre la falta de viviendas ahora mismo por la fecha en la que estamos y que a veces no entienden que su documentación -tarjeta roja- es diferente al resto y piensan que puede se ilegal, estamos teniendo para encontrar vivienda», matiza Alejandra.

El proyecto Tarhib se puso en marcha hace casi un año, en septiembre de 2017, una nueva forma de ayudar a este colectivo para el cual, la asociación cuenta con tres pisos tutelados con 15 plazas y está en plena búsqueda de un nuevo piso para ampliar las plazas. En estos momentos, los tres pisos tutelados están cubiertos por tres familias de Venezuela, Rusia y Colombia. Un programa que cuenta con tres fases de seis meses cada una, y con una posible prórroga de tres meses en cada una de ellas, en circunstancias excepcionales, según expuso Duque. En la primera fase, Málaga Acoge facilita la vivienda a la familia, tras este periodo, para fomentar la inserción la familia deberá buscar su propio piso, una etapa en la que la asociación garantiza el pago de la vivienda, ya que está financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social Dirección General de Migraciones y cofinanciado por el Fondo Social Europeo. La tercera fase es una continuación de la segunda, según citó Alejandra Duque, un programa que cuenta también con atención jurídica y psicológica, clases para aprender el idioma y otras cuestiones relacionadas con el ámbito social. Además, en el ámbito del empleo, el programa Tarhib se desarrolla de manera conjunta con el programa Equilem para asesorar y facilitar todo lo relacionado con este apartado. Una de las fases más complejas del proceso, según indicó la coordinadora, ya que no pueden solicitar trabajo hasta que renuevan su tarjeta roja a los seis meses; un proceso que se está demorando más de lo establecido.