La situación que vive el litoral malagueño «es complicada» debido a la cantidad de medusas dispersas que hay por toda la costa, asegura Jesús Bellido, uno de los biólogos del Aula del Mar. Esa dispersión unida a la presencia continua del viento de levante hace que no termine de desaparecer este banco. Así que, con total seguridad, la situación vivida durante el verano y mantenida este fin de semana en muchas playas de la Costa del Sol «se mantendrá unos días más». Aunque un cambio de viento podría modificar la situación, desde el Aula del Mar no se atreven a dar una previsión a medio plazo porque el escenario que han dibujado estos animales marinos este año es «totalmente nuevo» para ellos, pues «lo normal es que hubiesen desaparecido ya».

En este sentido, Bellido aclaró que «no queremos transmitir que sea una situación de presencia masiva en todas partes», sino que con la presencia del levante y la dispersión de las medusas ningún lugar está a salvo de la posibilidad de que lleguen medusas en un momento determinado.

A pesar de ello, normalmente está ondeando la bandera amarilla, explica, detallando que aunque en algunas playas haya medusas es posible el baño con las debidas precauciones.

Además, señaló que cuando desaparezca el mar de fondo, ese oleaje intenso y fuerte que ha sufrido la costa este pasado fin de semana y que genera espuma -por lo que es muy difícil determinar la cantidad de medusas que hay-, y esté «el agua tranquila y más o menos transparente, es posible el baño siempre con el debido cuidado y cuando la concentración no sea excesiva». En cuanto a la especie que más presencia está teniendo en la costa malagueña, Bellido subraya la pelagia noctiluca, «un habitante típico del Mediterráneo».

El Aula del Mar preveía que este verano podría ser intenso en cuanto a la presencia de medusas según sus propias previsiones y la información del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quienes veían que este año las circunstancias climáticas podrían ser favorables para que hubiese más presencia de medusas.

Lo que no se esperaban era «la prevalencia, es decir, tantos días consecutivos con medusas». Hasta el momento, «es el hecho más sorpresivo». «Podía ser un verano atípico con más presencia de medusas en los meses centrales del verano, como finalmente se está viendo, pero lo que sí nos ha sorprendido es que se han acumulado muchos días consecutivos con una presencia de medusas alta y esperábamos episodios más cortos», concluyó Bellido.