­Acatan lo acordado, pero no creen que el nuevo convenio de hostelería que entró en vigor ayer, con fecha de caducidad para 2023, sea bueno para el sector del turismo. Esa es la sensación generalizada entre los hoteleros de la provincia, y que resume el actual presidente de la patronal Aehcos, Luis Callejón, de manera lapidaria: «El nuevo convenio de hostelería no es un convenio de hostelería actual y moderno».

Para Callejón, el nuevo texto regulador no aborda asuntos que considera de suma importancia para garantizar el futuro del sector como lo son, según él, la «flexibilidad» y la «educación». En este sentido, el presidente cree que los sindicatos han dejado de lado estos apartados que cobran más relevancia en un sector sometido a cada vez más cambios. «La única preocupación de los sindicatos ha sido cobrar más y trabajar menos», sentencia.

Callejón lamenta que no se haya aprovechado la oportunidad para poder actualizar puntos del convenio que, asegura, se vienen arrastrando desde los años 70 y que ya están «absolutamente desfasados». En especial, se refiere a las distintas categorías que se utilizan para clasificar al personal laboral de las plantillas. «No aparecen muchas cosas que el sector necesita, pero sí aparece, por ejemplo, la categoría de mozo de billar. Es un ejemplo que evidencia muy bien que estamos ante un convenio anticuado», precisa. A pesar de esta insatisfacción, Callejón no deja dudas sobre la voluntad del sector para cumplir con lo previsto por el nuevo convenio. «Vamos a cumplir como lo hemos hecho siempre, a lo largo de años», asegura que la mínima duda expresada al respecto sólo busca desprestigiar a los hoteleros.

A pesar de esta voluntad mostrada, fuentes del sector manifestaron a este periódico que muchos hoteles van a intentar configurar convenios propios de empresa para ahorrar en gasto.