El presunto agresor que trató de atacar este miércoles al coordinador federal de IU, Alberto Garzón, y que fue detenido al día siguiente en Rincón de la Victoria se encuentra en libertad con cargos. Después de ser puesto a disposición judicial por la Guardia Civil, el juzgado de instrucción número 14 de Málaga ordenó su liberación, no sin que el juez le acusara de un delito contra la autoridad y de un delito leve por maltratado. El propio Garzón denunció los hechos que ahora quedan a expensas de lo que decida la autoridad judicial, que ya ha abierto diligencias previas. Además, el juez dictó también una orden de alejamiento para el presunto agresor, un hombre de unos 50 años, y del que no ha trascendido más información hasta el momento. Según lo establecido, no podrá acercarse a Garzón a menos de 300 metros.

Sendas acusaciones formuladas por el juez se fundamentan en distintos motivos. El delito por atentar contra la autoridad se debe a la condición de diputado en el Congreso que ostenta Garzón como miembro del grupo parlamentario de Unidos Podemos. El delito leve por maltrato se sustenta en que el presunto agresor también habría increpado a la pareja de Garzón, presente durante el incidente que se produjo en el recinto de una urbanización.

Según la versión de los hechos ofrecida por el propio Garzón, un hombre de entre 45 y 50 años de edad se le aproximó en la noche del miércoles para increparle en presencia de su pareja. Después de una primera tanda de insultos, en los que habría acusado a Garzón de «querer romper España», el detenido también le habría increpado por su postura ante la inmigración, instándole a acoger en su casa a los inmigrantes que llegan a las costas españolas. Garzón también denunció el intento de una agresión física por parte del acusado que ahora se encuentra en libertad con cargos.

Solidaridad

El presunto intento de agresión a Garzón saltó el jueves a última hora de la tarde a todos los medios de comunicación. Antes, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ya había sido informado sobre los hechos en el momento en el que se cursó la denuncia. Según aseguraron fuentes de IU a este periódico, fue el primero en llamar a Garzón para interesarse por lo ocurrido y mostrarle su apoya. Un acto de solidaridad al que se han ido sumando varios políticos del PSOE y muchos compañeros de partido de Garzón, además de varias secciones sindicales de CCOO. «Un acto miserable», aseguró la concejala de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Remedio Ramos. Su compañero de bancada, Eduardo Zorrilla, se expresó de la siguiente manera a través de su cuenta de Twitter: «No es una anécdota, es un signo más de la escalada autoritaria y racista que vivimos, agitada por políticos irresponsables que se disputan el espacio de la ultraderecha». El secretario general del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz Espejo, también condenó lo sucedido. «Mi condena y repulsa a esta agresión sin sentido a Alberto Garzón en nuestra provincia. Ninguna idea política justifica la violencia», aseguró. Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, también aprovechó su cuenta de Twitter para mostrar su solidaridad: «Despreciable en una sociedad democrática sana que por su ejercicio político y forma de pensar sea objetivo de una agresión física o verbal. Mi solidaridad con Alberto Garzón».

El propio líder de IU agradeció las muestras de cariño y subrayó que tanto él como su pareja están bien. «Una situación desagradable», concluyó.