El Ayuntamiento de Málaga asegura que no se llegó a multar a los integrantes de Los Salchipapas por no estar regulada la actividad de las charangas durante la Feria, ni en la Ordenanza de Ruido, ni en la de música ambulante. Además, justifican la retirada de los instrumentos por parte de la Policía Local «como medida cautelar» porque la Ordenanza de Convivencia permite retirárselo a quien moleste en la vía pública, «como se hace con los músicos callejeros». Así lo aseguró ayer el concejal de Seguridad, Mario Cortés, tras ser preguntado por la reacción del Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN), cuyos responsables se preguntan por los criterios que se han seguido en estecaso. El edil comentó que la versión aportada por la charanga de que habían sido multados con un total de 1.800 euros y que después se les había retirado la sanción no es correcta. «Supongo que alguien pensó en esa cantidad creyendo en que se iba a aplicar la Ordenanza por Convivencia por ruido, algo difícil de pensar en plena feria con la música sonando por todos lados», explicó.

Tras subrayar que los agentes actuaron por las quejas de vecinos y asociaciones contra Los Salchipapas, Cortés admitió que él mismo era partidario de aplicar al grupo la tasa por ocupación de vía que se les impone a los músicos ambulantes, pero finalmente se consideró que este caso no es de aplicación porque la charanga está en movimiento, no en un punto fijo como los músicos callejeros. «Esta tasa está diseñada para luchar contra estos, no contra una charanga que se mueve de un sitio a otro», insistió el concejal antes de añadir que el Área de Comercio y Vía Pública consideró que no era preceptivo actuar de ningún modo. Cortés considera que el incidente ha servido para detectar un fallo en el Bando de Feria «porque no contempla las charangas», circunstancia que ya le ha llevado a plantear la actualización de la normativa de cara al año que viene. Tanto es así, que el concejal de Seguridad dice que ya ha hablado con la concejala de Fiestas, Teresa Porras, para regular la actividad de las charangas a través de un bando que contemple una sanción para quien no tenga autorización o no cumpla las condiciones.