El emprendimiento malagueño está llenando los Centros Andaluces de Emprendimiento (CADE), que este año han registrado su máximo con un 100% de ocupación. Unas 2.400 empresas están actualmente incubándose en los CADE de la provincia, en 26 naves y 69 oficinas, en las que se ofrece espacio para desarrollar proyectos de todas las materias, pero que comparten un definido enfoque digital.

"Venimos de Suiza y, de hecho, estuvimos valorando instalarnos allí, pero al final lo hicimos aquí porque las condiciones eran bastante mejores", comenta Guillermo Vidal, de Fossil Ion Technology, que lleva tres años en uno de estos centros CADE. Vidal, ingeniero, está desarrollando en este espacio un complejo proyecto de I+D con utilidad práctica en la medicina pero que, como muchos otros, necesita de gran apoyo y esfuerzo para salir adelante. "Hacemos máquinas que permiten analizar la composición química de aliento con el objetivo último de que muchos análisis que ahora requieren de un pinchazo, no tengan que hacerlo y se puedan solucionar soplando. Por ello, hay enfermedades que tienen un diagnóstico muy difícil y que, con esto, podrían tenerlo más fácil y rápido", explica Vidal.

En estos centros se incuban proyectos de todo tipo, lo que crea un ambiente multidisciplinar que los emprendedores valoran. "El común denominador de estas empresas que se están incubando es que incorporan desde el primer momento las nuevas tecnologías y el mundo digital", ha explicado la consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad, Lina Gálvez, que ha visitado esta mañana el CADE de Málaga. Gálvez ha asegurado que en la Consejería están observando una evolución positiva en este año, lo que convierte a Málaga en un ejemplo en emprendimiento.

"Lo que el CADE también permite es que podamos hacer sinergias con otras empresas, ya que el estar incubado te permite estar involucrado en los eventos y actividades que se hacen para que podamos conocernos", explica Adriana Escalona, emprendedora de la Cooperativa En Género y QA Consultores, otra de las empresas de este CADE, que se dedica a asesorar a empresas en marketing e inclusión de la perspectiva de género para que las empresas incorporen medidas de igualdad y sepan comunicar adecuadamente. Por ello, se trata de un ambiente que les permite estar cerca de posibles clientes. "A nosotros, que precisamente nos dedicamos a asesorar a empresas, nos facilita mucho el contacto con otros emprendedores y conocer las necesidades de otras empresas", señala.

Unas ayudas que buscan darle un empujón a todos estos proyectos para intensificar industrias que parecen ser invisibilizadas por el gran mercado turístico. "Estamos en una economía muy terciarizada, de servicios", ha explicado Gálvez, quien ha añadido que, por ello, los negocios relacionados con el turismo son los que suelen tener más cabida. Sin embargo, la consejera también ha asegurado que cada vez están tomando mayor peso en la provincia otros sectores, como el de la biotecnología y la economía digital.

"El CADE nos ha apoyado desde el comienzo para elaborar nuestro proyecto, ponerlo en marcha y darle ese primer lanzamiento", comenta Escalona. "Ahora estamos en incubación y tenemos una oficina que nos aporta el programa, algo que siempre da mucha facilidad, sobre todo al principio, cuando los recursos no siempre son los que quisiéramos", explica.

"Aquí nos resulta mucho más fácil pasar esa fase", comenta Vidal. "Nosotros somos una empresa de hardware, desarrollamos máquinas, y eso hace que los tiempos para llegar a mercado sean altos y los costes básicos en ese período son muy importantes", comenta Vidal, que desarrolla máquinas que tienen un coste de 58.000 euros cada una. "Nos está yendo bien, vendemos sobre todo en Suiza, pero también en Italia, China, Sudamérica y ahora en España, tras tres años de actividad", explica.

Una visión internacional que también se fomenta en estos centros, en los que Gálvez ha comentado que se les ofrece ayuda para "posicionar la marca y buscar clientes y mercados fuera". "Estamos en un mundo globalizado y hay que pensar en la internacionalización de esos proyectos", ha concluido.

Sin embargo, los emprendedores también señalan las complicaciones que se encuentran durante ese camino. "Hemos tenido muchísimas dificultades, hacer una empresa es una carrera de obstáculos", explica Vidal. "Nuestra carta de Reyes Magos a los políticos es que se agilicen las respuestas y procesos administrativos", comenta este ingeniero, quien asegura que han encontrado "muchísimas más burocracia aquí que en otros países". "En ese ciclo de interacción, que es largo y costoso, saber sí o no pronto es bastante importante", concluye.