El grupo de investigadores de la UMA GAP está llevando a cabo un proyecto para analizar la epidemiología de la enfermedad mental en Málaga, es decir su distribución entre la población malagueña, a través de un estudio exhaustivo de pacientes por barrios a partir de bases de datos clínicos del área del Hospital Regional Universitario.

El proyecto, que ha sido publicado en la revista internacional 'Epidemiology and Psychiatric Science', arrancó en 2016 y evidencia, según relató la profesora del Departamento de la Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Berta Moreno-Küstner, "la prevalencia de la esquizofrenia como enfermedad predominante- unos 6,9 pacientes por cada 1.000 habitantes la padecen- y su especial incidencia en las zonas de necesidades de transformación social".

Otro de los objetivos del equipo, que lleva trabajando más de 20 años y cuenta con un convenio de colaboración con la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Regional Universitario, ha sido evaluar la eficacia de la atención sanitaria hacia los problemas de salud mental. "Ya hemos abordado el estigma que creemos que existe hacia las enfermedades mentales con alumnos de Ciencias de la Salud, Medicina y Psicología. Para ello, hemos estudiado si el contacto directo con pacientes, a través de las prácticas externas que se llevan a cabo en los Grados, cambia la percepción ante los mismos. El siguiente paso es llevar a cabo esta investigación entre los profesionales sanitarios de la salud mental", ha explicado la profesora.

En este sentido, Moreno-Küstner ha afirmado que la atención primaria a personas con esquizofrenia es más difícil que la que se ofrece a las personas sin esta patología, ya que los síntomas físicos suelen pasar desapercibidos, siendo los profesionales de salud mental los primeros en detectarlos y, por tanto, en ocuparse de ellos. Además, el equipo de investigadores asegura que, en general, los pacientes con trastornos mentales "se pierden por las grietas del sistema sanitario y, por lo tanto, dejan de acudir a este".

El suicidio también ha sido uno de los problemas abordados en el estudio, ya que, según el organismo, este es el mayor problema de salud pública en Europa. En este sentido, se han centrado en las demandas por conducta suicida a los servicios y se detectaron que las demandas las realizan principalmente mujeres jóvenes, que, sobre todo, solicitan atención durante la tarde y la noche, requiriendo, incluso, traslado al hospital y la movilización de más de un recurso sanitario. Sin embargo, las llamadas realizadas por suicidio consumado son más frecuentes por varones en edades más avanzadas.