El Colegio de Arquitectos de Málaga celebró este jueves noche la entrega de los Premios Málaga de Arquitectura 2018, que tienen como objetivo reconocer y difundir aquellas obras y trabajos de la provincia que tengan valores de especial interés arquitectónico o urbanístico. Los galardones se dieron a conocer durante una gala celebrada en la sede colegial a la que asistieron, entre otros, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, así como un amplio elenco de representantes de la sociedad malagueña. También participó en el acto el presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, Lluís Comerón, y la presidenta del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Arquitectos, Noemí Sanchís. Además, en esta edición se ha entregado por primera vez el Premio «Ciudad de Melilla» con la presencia del decano del Colegio de Arquitectos de Melilla, Jesús Fernández.

El primer premio «Málaga de Arquitectura» recayó en la planta de fabricación, envasado y distribución de Cerveza Victoria, cuyos autores han sido los arquitectos Antonio J. Galisteo, Álvaro Fernández y Francisco J. Camacho. El jurado valoró la transformación de un espacio industrial con un proyecto «donde la propia función de la fábrica queda perfectamente expuesta de manera elegante». Además, tuvo en cuenta otros factores como la composición, la utilización de materiales industriales, el control de la entrada de la luz en el edificio y el respeto al uso y a las formas, de un enorme un valor arquitectónico.

En esta edición se han concedido otros dos galardones dentro de la categoría «Málaga de Arquitectura»: el primero de ellos, a la rehabilitación y reforma del edificio en la calle Calvo 5 del arquitecto Ignacio Dorao, destacando el jurado «la transformación de uno de los edificios típicos de Málaga sin grandes alharacas, con una aptitud muy profesional y cuidadosa»; y al proyecto de Juan Gavilanes y Francisco González para el restaurante de la calle Granada 17, donde sorprende «la utilización simbólica de la cerámica que realza el espacio».

El «Premio especial obra joven», dirigido a profesionales menores de 40 años, fue para la ampliación de la vivienda Casa del búho en Benahavís, realizada por Gonzalo Gutiérrez y resuelta «con muy pocos medios, muy sensible, con un planteamiento muy racional y un esquema en L con un resultado arquitectónico muy atractivo», según resalta el fallo.

La obra de rehabilitación del Fuerte Victoria Grande, llevada a cabo por José Antonio Fernández, ha obtenido el premio «Ciudad de Melilla». El jurado resaltó la recuperación de esta antigua construcción militar «con rigor, de una manera sencilla y sin imposiciones arquitectónicas novedosas».

El premio «Alfonso de Hohenlohe», que se destina a los promotores de los proyectos presentados a los galardones, fue para la empresa Cerveza Victoria 1928 SL.

En esta convocatoria se ha incorporado una nueva categoría («Premio Década»), que retoma la idea que en su día llevó a cabo el arquitecto y escritor barcelonés Óscar Tusquets para reconocer obras con más de diez años de antigüedad que se distingan por «su vigencia, conservación y mantenimiento». El jurado destacó dos proyectos: un edificio de diez viviendas en Paseo del Limonar, de Roberto Barrios y Elisa Cepedano; y el proyecto de renovación urbana del Centro Histórico de Málaga, obra de Juan Gavilanes, Francisco González y José Ignacio Pérez de la Fuente. Asimismo, se ha otorgó una mención al proyecto de 85 viviendas en Cañada de Los Cardos, en Teatinos, de Alberto García y Gonzalo Martínez.