El Colegio de Economistas de Málaga ha afirmado este viernes que la provincia se está librando, de momento de los signos de desaceleración económica procedentes del contexto internacional y nacional, por lo que mantiene una previsión de crecimiento de alrededor del 3% para este 2018 (prácticamente la misma que en trimestres anteriores) que le servirá para asegurar un ritmo de creación de empleo en torno a los 25.000 puestos de trabajo anuales. No obstante, los economistas han advertido de que el contexto externo terminará influyendo a la provincia, por lo que para 2019 sí se espera que la tasa de crecimiento sea algo más baja.

La escalada del precio del petróleo a nivel mundial, las medidas proteccionistas de Trump, la incertidumbre política nacional o algunos datos a nivel provincial que dibujan algo de estancamiento pese a mantenerse positivos (las exportaciones o el turismo) hacen pensar al Colegio que entramos en una fase que, a corto plazo, traerá un menor crecimiento global. El PIB de Málaga creció en 2017 un 3,3%, con un ritmo de creación de empleo de 30.000 puestos de trabajo al año.

"Se detecta una desaceleración nacional o internacional, pero en Málaga no la vemos aún de forma significativa. Crecemos de forma adecuada y sana, sin estridencias. No vemos señales de alarma", ha comentado el decano del Colegio, Juan Carlos Robles, durante la presentación de su nuevo Barómetro Provincial. En España, el crecimiento previsto para este 2018 es del 2,7%. Eso sí, la consecuencia de un menor crecimiento en 2019 sería que el paro, que ha ya bajado al 20% de la población activa, continuaría su reducción de una forma más lenta que en estos años, y más teniendo en cuenta de que Málaga es una provincia con saldo receptor favorable de mano de obra, por la llegada de personas de otras zonas de Andalucía y España en busca de empleo.

Robles, acompañado del vicedecano, Antonio Pedraza, y del director de estudios del Colegio, Fernando del Alcázar, ha comentado que las únicas señales preocupantes viene de la subida del precio de la vivenda o el alquiler, aunque ha mostrado su confianza en que la llegada de nueva oferta al mercado (las promociones de pisos actualmente en construcción) moderen este incremento para no caer en el riego de "una nueva burbuja".

Respecto al descenso de las exportaciones que se registra este año, los economistas lo han achacado a la "menor alegría" de nuestros principales mercados de destino (Europa y Sudamérica), afectados tambien por los síntomas de desaceleración y por la subida del dólar respectivamente. El consumo interno también se está estancando debido a que la inflación repunta y a que los sueldos en España no terminan de recuperar todo lo perdieron durante los años de crisis.

En cuanto al turismo, el Colegio recuerda que la cifras de visitantes se mantienene, aunque el verano ya está dejando ver algunos descensos debido a la recuperación de mercados competidores como Túnez, Egipto o Turquía.

Factores positivos

Los economistas reiteraron que la desaceleración que afecta a Europa y España se deja notar también en Málaga, aunque en menor medida. Como ejemplo, recordaron que el número de empresas creadas ha aumentado en la provincia un 4,27%, lo que contrasta con el descenso del 1,35% de Andalucía y del 2,64% de España en el mismo periodo. Destaca el hecho de que mientras en Málaga se destruyen sólo un 18,6% de empresa respecto a las que se constituyen, en Andalucía esa cifra es del 21,38% y en España del 22,42%. «En Málaga fracasan menos empresas comparativamente con España y Andalucía», afirmó Del Alcázar.

El informe del Colegio también resalta una bajada de las personas con contratos a tiempo parcial hasta el 18% del total, cuando ese indicador había llegado al 22,4%. Esto se entiende como una mejora, ya que habría aumentado así el porcentaje de trabajadores que están a jornada completa.

De igual forma, el número de afiliados a la Seguridad Social ha alcanzado su máximo desde el comienzo de la crisis, con 626.110 afiliados y un incremento de 25.899 personas entre julio de 2017 y julio de 2018. «Siguen siendo datos positivos, aunque baje la velocidad de crecimiento», apuntó Robles.

El repunte de la construcción es otro de los aspectos positivos de este periodo, al duplicarse el visado de viviendas y aumentar un 38% los proyectos que se acaban. La inquietud viene por la fuerte subida de precios de los pisos y del alquiler. En todo caso, Robles cree que las subidas de suavizarán cuando haya más oferta de vivienda en el mercado.

Por su parte, Pedraza precisó que la desaceleración del crecimiento de estos últimos meses a nivel mundial se debe a las políticas aislacionistas de Trump, al bajo crecimiento de Europa y a la devaluación de la moneda turca, que ha afectado a los países de Sudamérica.

Además, han influido, en su opinión, el aumento del precio de la cesta de la compra y la electricidad, así como que el hecho de que el aumento de los salarios no ha igualado al de la inflación, lo que ha hecho bajar el consumo. El vicedecano también aludió a la «incertidumbre política» como condicionamiento para los inversores, ya que el Ejecutivo maneja medidas que pueden afectar, por ejemplo, a la fiscalidad.