Los portavoces de los principales sindicatos agrarios con representación en la provincia, como Asaja, UPA o COAG, reconocen la importancia también de los avances de la Universidad de Málaga en materia de catalogación de nuevas variedades de olivo. En concreto se refieren a la incorporación de las mismas a la colección mundial del Banco de Germoplasma existente en el campus Alameda del Obispo de Córdoba.

No obstante, completar el banco no va a generar innovaciones a corto plazo, según destacan todos los agricultores consultados. «Es una reserva de variedades que en la mayoría de los casos no se utilizan o no están en producción actualmente pero que a la vuelta de unos años, por distintos motivos, puede ser interesante recuperarlas. De ahí la importancia de esta iniciativa científica», indica el presidente de Asaja en Málaga, Baldomero Bellido.

Actualmente predomina la variedad manzanilla para la aceituna de mesa, con la importancia que tiene la aloreña en el mercado nacional e internacional, la hojiblanca, que es la predominante, tanto para obtener aceite como para la propia aceituna de mesa. Y luego en producción también son especialmente significativas en la provincia malagueña otras variedades, como picual o verdial, que exclusivamente se cultivan para producir aceite.

El aceite de oliva, en facturación, es el primer producto malagueño que se exporta dentro del sector agroalimentario, seguido por el aguacate. En el banco cordobés ya están catalogadas 900 variedades de olivo de un total de 28 países diferentes. La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), ha lanzado una campaña con la ayuda de la UMA para avanzar en la configuración completa del referido catálogo.