El concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, al que la oposición municipal va a pedir su cese en el próximo pleno por sus "injerencias" en las infracciones urbanísticas para tratar de que estas queden prescritas o caducadas, ha respondido este mediodía que se trata de una estrategia trasnochada, "del siglo pasado" y que, en todo caso, la petición de cese se convierte en "un piropo" a su "buen hacer y profesionalidad". "Algo estamos haciendo bien cuando la oposición intenta tapar tu buen hacer y tu buena profesionalidad", ha dicho.

Por ello ha asegurado que no piensa dimitir y en cuanto a un posible cese señala que "eso es una competencia del alcalde", y ha provocado a los grupos de la oposición indicándoles que "si quieren cambios, que la hagan en las urnas".

En todo caso, dice respetar, aunque no comparta, las exigencias de la oposición, pero la reprende señalando que le gustaría más "que la oposición metiera el hombro y ayudara a resolver los problemas y no a magnificar las dificultades y mandar mensajes catastrofistas".

En un pleno extraordinario convocado para el jueves 27 de septiembre a instancias del PSOE, este grupo presentará una moción en la que pide al alcalde que cese en sus funciones de concejales a Francisco Pomares y a Teresa Porras, y que sean destituidos de la junta de gobierno local, por las denuncias emitidas por dos ex jefes de la Gerencia de Urbanismo que en la última sesión de la comisión de investigación les señalaron como los responsables de las "injerencias y presiones" recibidas por ellos y otros trabajadores de la Gerencia "mirasen paea otro lado" y dejasen "prescribir o caducar determinadas infracciones urbanísticas especialmente el mas de un centenar abiertas a propietarios de la urbanización Villas del Arenal".

La moción reclamando el cese de ambos y del gerente de la Gerencia de Urbanismo, José Cardado, tiene visos de salir adelante tanto por el apoyo de los grupos de la oposición como por la posible abstención de Ciudadanos.