El Hospital Regional Universitario de Málaga ha concluido las obras de mejora de la planta de Neurología, un área en la que cada año ingresan más de un millar de pacientes que sufren diversas patologías y que, tras las obras de adecuación, vuelve a estar operativa.

La delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, y el gerente del centro hospitalario, Emiliano Nuevo, visitaron la planta junto a miembros del equipo directivo, además del responsable de Neurología, Pedro Serrano, y la supervisora de la planta, Luisa Vergara.

Las patologías más frecuentes que se tratan en esta zona de hospitalización son los ictus, que suponen un 40% de las atenciones, seguidos de epilepsia, enfermedades desmielinizantes, trastornos cognitivos, trastornos del movimiento, enfermedades neuromusculares y patología infecciosa. Con esta mejora se espera aumentar el confort y la intimidad de los pacientes, así como la accesibilidad. Ubicada en el pabellón B, además de las diez habitaciones de la planta se han reformado las zonas comunes, el control de enfermería así como los vestuarios.

Estas mejoras han incluido la sustitución de los revestimientos en paredes y suelos por unos de alta resistencia y fácil limpieza, y se ha eliminado el escalón de las duchas de las habitaciones con la intención de hacer los baños más accesibles.

Además, han adecuado la electricidad, la fontanería y la climatización, y se han instalado luces de bajo consumo tipo LED. También se han repuesto los cabeceros metálicos con sus correspondientes tomas de corriente y gases medicinales y se han adquirido nuevos televisores de pantalla plana de 32 pulgadas. En la planta de Neurología ya se reformó a final de 2017 la Unidad de Atención Aguda al Ictus, que aumentó sus puestos de atención y mejoró sus prestaciones convirtiéndose en la mayor de Andalucía.