Una nueva agresión a un facultativo del servicio de Urgencias del Hospital Clínico ha sido el detonante para que el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque, pida a la consejera de Salud «contundencia y medidas urgentes» ante los ataques a sanitarios. Unas declaraciones a las que respondió la Delegación territorial de Salud asegurando que mantienen «tolerancia cero» y acusando de mentir a Sánchez Luque en sus últimas declaraciones.

La agresión tuvo lugar el martes por la tarde cuando un médico de Urgencias del Clínico atendía aun paciente y éste le insultó y zarandeó. Una situación que le ha provocado una lesión cervical que ha hecho que pida la baja médica. El protocolo de actuación establecido se activó rápidamente, según informó el hospital, que condenó lo sucedido y ha convocado para hoy a las 12.00 horas una concentración en la puerta de servicios de Urgencias del centro hospitalario.

Tras esta nueva agresión, el presidente del Colegio de Médicos indicó que se trata de una situación «agotadora». «Lo estamos avisando y la consejera tiene que salir con un mensaje contundente porque es la responsable del sistema sanitario y nosotros somos sus profesionales y queremos trabajar bien y tranquilos, sentenció Sánchez Luque.

Asimismo, exigió que la consejera no lance un mensaje de condena, sino que se dirija a los ciudadanos ya que lo que sucede «no es ya algo aislado ni casual». Admitió que les «sorprende mucho el silencio» de Marina Álvarez, a la que reclamaron que acuda a Málaga a «plantear soluciones de una vez por todas». Unas medidas que pasarían por más seguridad en los centros sanitarios y por concienciar a la ciudadanía «de que todo no puede ser al momento»; además de un Plan de Educación Sanitaria.

Ante dichas declaraciones, la Junta indicó: «No podemos entender cómo el presidente del Colegio de Médicos de Málaga puede mentir de esta forma tan rotunda», y recordó que el pasado 6 de septiembre la propia consejera de Salud, en comisión parlamentaria, condenó «toda agresión verbal o física a los profesionales sanitarios», reiterando, además, la «sensibilidad y compromiso» del Servicio Andaluz de Salud (SAS) con estas acciones contra los sanitarios.

«Nuestro objetivo es conseguir un estado de tolerancia cero frente a las agresiones, y para ello ponemos todas las medidas y medios que sean necesarios», manifestó, recordando el Plan de Prevención y Atención de Agresiones puesto en marcha en 2005 de manera pionera y que contempla una serie de medidas consensuadas con organizaciones, asociaciones y usuarios.

La Junta recuerda que los centros sanitarios de la provincia cuentan con elementos de seguridad como dispositivos de alarma o interfonos en consulta, videocámaras, salidas alternativas en consulta, instalación de software antipánico en ordenadores o personal de vigilancia, elementos de seguridad para asegurar un ambiente de confianza a profesionales y usuarios. Asimismo, indicaron que la tasa de agresiones por número de profesionales se sitúa en 2017 en 11,43 casos por 1.000 profesionales, una cifra «estable» en los últimos tres años.