José María Páez es juez decano de la capital desde 2009. Ha sido elegido tres veces por sus compañeros para un difícil desempeño, lidiar con la carestía de medios materiales y humanos en la que anda sumida la Justicia desde el principio de la democracia. Defensor acérrimo de sus colegas, ha liderado la implantación de los sistemas de notificación digital de resoluciones judiciales, la llegada del expediente digital y ha dado la cara en puntos tan polémicos como la avalancha de demandas por cláusulas suelo, los desahucios o las dos huelgas que ha protagonizado la judicatura en democracia. Ahora, da un paso más y es candidato a ser vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

¿Por qué decide dar el paso y ser candidato a una vocalía del CGPJ?

Precisamente para aprovechar esa experiencia que llevo acumulada en este tercer mandato como juez decano. Esa presencia en el Decanato implica también ser miembro de pleno derecho del TSJA en Granada, que es donde se deciden las cuestiones gubernativas en la comunidad. Esa decisiones han de ser luego refrendadas por el CGPJ, luego es el órgano donde se toman las decisiones más importantes y que tienen más incidencia en el día a día de nuestro trabajo. Entiendo que estar ahí es importante, lo he constatado y así lo entienden las asociaciones.

¿Cuáles son los tiempos?

Se marcaron por el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. Cumpliendo la Ley Orgánica del Poder Judicial, se abrió el 4 de agosto el proceso electoral para la presentación de los candidatos. Se cerró el 4 de septiembre. Ese inicio del proceso determina que se ponga en marcha y se espere una resolución antes de que el consejo actual expire su mandato, es decir, en diciembre.

En su programa habla usted de desmotivación por parte de sus compañeros. ¿Por qué?

Son muchos años. Llevo treinta años en la carrera, tengo compañeros que llevan cuarenta años, y en este tiempo no hemos visto que vayamos a ninguna parte, es preciso un cambio de rumbo importante. De sentar las bases hacia dónde nos dirigimos y qué tipo de administración de Justicia queremos tener. Hay que fijar un modelo y sentar las bases para que funcione. Si no sabemos cuánta carga de trabajo debe desarrollar cada juez cómo vamos a fijar un modelo, la Ley de Planta, el número de plazas, en definitiva una planificación razonable, que se pueda asumir. Llevamos muchos años moviéndonos en cuestión de las plazas que se pueden crear, en atención a los presupuestos que hay, pero no sabemos hacia dónde vamos, cuál es el modelo. Lo que queremos, es el proyecto de mi asociación, es fijar las bases para que sea así. Esto se agrava con un periodo de crisis que se inicia en 2012 en el que hemos tenido unos recortes muy importantes que ni siquiera se han recuperado. Ha llegado el momento de intentarlo.

Dice usted que se ha perdido el prestigio de la Justicia...

En el momento en que nosotros no podemos dar un servicio a los ciudadanos como entendemos que se merecen, pues lógicamente si estamos capacitados para resolver 400 o 300 asuntos al año, y tiene sobre la mesa mil, la calidad disminuye. Si quieres resolver muchos casos no le puedes dedicar el mismo tiempo, o el tiempo que se merecerían para obtener un producto que deje satisfecho a los que intervienen. Aún así, tratamos de no perder los estándares mínimos de calidad. Con ese exceso de trabajo y falta de miembros de la carrera judicial, nos encontramos en situaciones que, aunque tratamos de que eso no se produzca, sí se compensa con un gran retraso, y cuando la solución llega tarde también se produce un déficit en su calidad. Los problemas ocurren en el día a día y hay que darles respuesta inmediata o lo más próxima en el tiempo posible.

A los ciudadanos les preocupan los tiempos de respuesta...

Lógicamente a nosotros también. Además de jueces somos ciudadanos y estamos preocupados por los mismos problemas y ese es uno de ellos. Hay jurisdicciones que resuelven en el día a día, pero hay otras que no tienen tanta prioridad y, por tanto, han de pasar a depender de ese retraso que explicamos.

A los ciudadanos y a los profesionales les preocupa la suspensión continua de juicios...

Nosotros siempre hacemos algo para que eso no se produzca. Lo normal es que los juicios se celebren, no que se suspendan. Se preparan con mucho detenimiento y antelación, hay que citar a todas las partes, etcétera… Pero hay muchos factores que pueden influir negativamente en ese objetivo, como por ejemplo que alguien se ponga malo. En un conflicto hay uno que tiene razón y otro que no y el que no la tiene no está deseando que esto se resuelva lo antes posible. Muchas veces se dilata en el tiempo, tratando de no cumplir las obligaciones que tiene. Eso influye, pone muchos inconvenientes, es difícil localizarlos. Tratamos de que ese margen de juicios que se pueden suspender baje. Pero una persona puede ponerse mala, enferma, esos juicios se suspenden y no depende de la voluntad que nadie.

Pide usted un plan de inversiones sostenido en el tiempo...

Pese al tiempo transcurrido desde la implantación de la democracia, somos una administración en construcción, y a esto hay que ponerle un plan sostenido en el tiempo, de inversiones, de creación de plazas. Los recortes sufridos en España han hecho que se convoquen, a lo mejor, cincuenta plazas de jueces para toda la anualidad, pedimos por lo menos que sea un número mínimo de 250. Ha habido años de oposiciones antes de la crisis que teníamos una oposición de 300 plazas, queremos que se vuelva a ese número, es lo necesario para que en un plazo razonable de cuatro, cinco o seis años tengamos cubiertas las necesidades reales que tenemos.

¿Cuántos jueces necesitamos en Málaga capital?

Unos treinta más. Ahora somos casi 90. Para afrontar con cierta celeridad el cúmulo de asuntos que se reciben.

¿Qué jurisdicciones funcionan bien en Málaga y cuáles no?

Destacaría a Menores, que está dentro de los parámetros del CGPJ como límite máximo de asuntos. Está por debajo. Esta jurisdicción es casi reeducativa, trabaja con un éxito importante. Menos mal que tenemos esa jurisdicción. El resto sin excepción necesita un auxilio, me refiero a un incremento de medios y de plazas.

¿Por qué se auxilia tan poco a los jueces que luchan contra la corrupción?

Ha habido una evolución en los últimos años de la democracia, hemos pasado de un régimen en el que estos delitos no se investigaban, en las fuerzas y cuerpos de seguridad los números eran muy básicos, las plantillas tenían una preparación determinada, a unos años, los actuales, en los que hay un nivel de exigencia muy importante a la hora de acometer la investigación de una trama criminal de cierta complejidad. Ahora no es difícil encontrar policías que son economistas, expertos en impuestos, en informática, en muchas materias que para investigar precisan una especialidad. Nosotros queremos que, para reforzar esas investigaciones, igual que a nosotros nos dotan de medios, pues que a los cuerpos de seguridad que nos auxilian en esta labor se les dote de los mismos medios y que estén preparados para afrontar el reto que supone enfrentarse a cárteles de la droga con muchos medios, o bandas criminales que defraudan al Estado. Las bandas cuentan con muchos asesores y preparación.

¿Se sienten presionados con asuntos como los de Willy Toledo y Juana Rivas?

Los jueces son ciudadanos como otro cualquiera, están al cabo de la calle, conocen los problemas. Precisamente la característica fundamental de esta profesión es saber aislarse de todo ese tipo de presiones. Es una de las labores que un juez aprende cuando ingresa en la carrera judicial. A no sentirse presionado, a saber que se dan en la sociedad, pero la preparación incluye estar al margen de las mismas. Nos tenemos que ceñir a aplicar la ley y la realidad social del tiempo en el que han de ser aplicadas. Si no estaríamos en manos del que más presiona y eso no va a ocurrir.

¿Existen los juicios mediáticos paralelos?

Claro que existen, se crea una opinión pública y es importante. Nosotros nos tenemos que mantener al margen de esos juicios paralelos y no dejarnos influir en nada que no se ciña a la realidad de los hechos.

Usted ha liderado la implantación de LexNet en los juzgados. ¿Cuándo veremos el expediente digital?

Creo que pronto. Lo que sí necesitamos es que se mantenga esa tensión de implantar el sistema. Es verdad que cuando empezamos parecía imposible que eso pudiera llegar a tener capacidad de implantarse, pero si vemos las cifras de hoy y el volumen de uso por parte de profesionales y la Justicia el avance ha sido espectacular en cuanto a presentación de escritos, notificaciones, el expediente digital. Ahora, estamos en pleno proceso de construcción, lo que queremos es que no se detenga. Queremos que todos participen. La inversión no se puede detener. Hay que renovar los equipos. Aquí todos los juicios se graban, se usa la videoconferencia y estamos en el buen camino, se ha hecho un esfuerzo importante y en Andalucía el sistema no funciona mal, pero hay que mantener el esfuerzo. Esto no permite un alto en el camino. Eso reivindico.

Parece que Málaga se queda sin Sala de lo Penal...

Nosotros no vamos a renunciar a eso. Me presento a vocal del CGPJ, que tiene un ámbito nacional, es verdad que ahí la perspectiva cambia, como decano de Málaga miro por el interés de Málaga, como miembro de la Sala de Gobierno del TSJA miro por el interés de la comunidad, y como miembro del CGPJ el objetivo es que en España no se produzcan desigualdades por el hecho del territorio. Hasta ahora lo que se ha creado es una plaza en Granada, luego hay posibilidades de que la Sala de lo Penal venga a Málaga. No es una reivindicación caprichosa de Málaga y Sevilla, sino que por volumen de asuntos está plenamente justificada, como lo estuvo en su día la creación de las plazas de lo Social y de lo Contencioso-Administrativo. Andalucía es un territorio no equiparable a ningún otro. El TSJA es el que más órganos tiene de todo el país. Las características son diferentes y las soluciones tienen que ser diferentes. No hay nada que impida que Málaga y Sevilla tengan su salas de lo Penal.

Algunas resoluciones judiciales, sobre todo tras violaciones y abusos, han sido muy polémicas. ¿Qué opina de que la Justicia tenga perspectiva de género?

Este tema está candente porque con el proyecto de Ley de Formación de los Jueces en Perspectiva de Género se ha introducido la cuestión de obviar la opinión del Senado en la aprobación de los presupuestos. La ley está ya en marcha. Lo que sí que quiero decir es que jamás nos oponemos a completar nuestra formación en cualquiera de las materias que se planteen, y si es violencia de género, mucho menos. La polémica es verdad que existe, ha habido disensiones en cuestiones que son importantes, el tema de la violencia de género está aún lejos de solucionarse, y habrá que seguir investigando y buscando soluciones, aún tenemos esa lacra social tan importante y dolorosa. Si nosotros tenemos que completar la formación habrá que completarla como en el resto de las materias. Debo decir es que nosotros esa formación también la cuidamos mucho, la formación que tienen los jueces en ese tema, en el que hay gran sensibilidad, existe y nos preocupa. Si se considera que hay que aumentarla, estamos dispuestos, claro que sí, es un grave problema.

Los decanos han liderado la lucha por dar respuesta a los ciudadanos en el tema de las cláusulas suelo...

Si hablamos de cláusulas suelo, la cuestión es que son muchas las demandas recibidas. Empezaron en los juzgados de lo Mercantil, luego a Primera Instancia, hay 19 menos los tres de Familia e Incapacidad, y se decidió por el CGPJ crear un plan para especializar determinados órganos sólo en esta cuestión. Nosotros no nos opusimos al plan siempre que se dotara de los medios necesarios para poder asumir esa avalancha de asuntos, como había ocurrido en los juzgados de lo Mercantil, que fueron colapsados por las mismas. Ahora, contamos con un juzgado nuevo, que entró en funcionamiento a principios de año, el número 20, y después el 18 bis, de dos magistrados, también en exclusiva. Estamos hablando de una avalancha que continúa. ¿Cuándo podremos dar por solucionado este tema? Vamos a tardar. Que lo tenga todo el mundo claro. Hemos sido muy claros. Todo el que tenga una demanda nuestra queremos que sepa cuándo se va a celebrar su juicio. En muchos casos, se demoran en un par de años. Y lo haremos lo antes posible, siempre dentro de nuestra capacidad. Con sólo tres jueces dedicados a eso, vamos a tratar varios años.

Usted reclama que los jueces elijan a los jueces...

Por supuesto. Con el sistema actual los 20 vocales del CGPJ se eligen por las Cortes Generales. Nosotros entendemos, todas las asociaciones de jueces y fiscales e incluso el PP lo lleva en su programa electoral, que los doce vocales de procedencia judicial, los ocho restantes son juristas de reconocido prestigio, fueran elegidos por los jueces. De hecho, el primer consejo se hizo en este sentido y luego se modificó la ley y ahora los eligen los partidos políticos. Nosotros entendemos que ese punto daría al CGPJ mucha más independencia y así lo entiende el Greco de los países del Consejo de Europa contra al corrupción y otros organismos. Lo hemos pedido siempre y me sumo a él.