Mario Flores Urbán, de 53 años, sólo hace sonreír desde que llegó a Málaga, donde estará las próximas dos semanas. Después de haber pasado 20 años de su vida en una celda de un metro y medio por dos metros, 23 horas al día, a la espera de una inyección letal, disfruta cada minuto de su vida desde que saliera en libertad el 4 de septiembre de 2004, con 40 años cumplidos.

En su salida del corredor de la muerte de la cárcel de Pontiac, muy cerca de Chicago, tuvo mucho que ver la solidaridad de miles de malagueños coordinados por el también malagueño Francisco de Paula.

Todo comenzó en noviembre de 1984, cuando el joven Mario Flores, campeón de salto de trampolín en México con ofertas de diez universidades norteamericanas, es detenido en EEUU por la muerte por disparos de un hombre el 1 de enero. Sin embargo, en el momento del crimen se encontraba con su familia en plena cena de Nochevieja. Dos amigos a los que prestó el coche fueron quienes le acusaron.

La impericia de su abogado defensor, que no llamó a testigos cruciales, hizo que, de la noche a la mañana, a ojos de la justicia norteamericana se convirtiera en un peligroso líder de los Latin Kings. En 1985 fue condenado a morir por una inyección letal y enviado al corredor de la muerte para esperar la ejecución. Como paradoja, el policía que entonces le detuvo está siendo investigado ahora por la justicia norteamericana por irregularidades.

En el año 2000, por azares del destino, llega a su celda la revista de coleccionismo, correspondencia y fomento de la amistad ‘Almalaquí’, del malagueño Francisco de Paula, a la que escribe para exponer su caso y explicar que, desde 1993, pinta en su celda durante horas y le gustaría exponer en Málaga para dar a conocer su situación.

«Lo que me hizo apostar por Málaga era, simplemente, exponer en España, que me llegara la noticia y con eso me iba a la tumba feliz», confiesa esta semana.

Pero Francisco de Paula, que hoy tiene 72 años, y al que Mario considera «un Quijote de la Mancha», comenzó una larguísima campaña de recogida de firmas y apoyos: miles de malagueños enviaron postales al gobernador de Illinois, el republicano George Ryan, pidiendo la revisión del caso de Mario Flores, al tiempo que Francisco de Paula enviaba cartas al rey, el presidente del Gobierno y a todas las instituciones malagueñas.

Lo increíble fue que, en los años que pasó en su minúscula celda, además de pintar el joven mexicano estudió Derecho, se convirtió en abogado y consiguió defender y demostrar la inocencia de 13 compañeros de corredor, que además recibieron indemnizaciones millonarias.

El clamor por la revisión del caso fue creciendo; en 2001 Ana María y Ramiro, los padres del joven mexicano, visitaron Málaga para inaugurar la exposición Arte contra la pena de muerte, en el Centro Cultural Provincial, a la que también asistió el español Joaquín José Martínez, que logró demostrar su inocencia y salir también de un corredor de la muerte.

Mociones del Ayuntamiento de Málaga, la Diputación y consistorios de toda España piden la revisión judicial. El presidente de México, Vicente Fox y Nelson Mandela abogan por Mario, y parece que también José María Aznar ante el presidente George Bush Jr. Los 13 compañeros liberados por Mario Flores pesan como una losa y el gobernador de Illinois decreta una moratoria de la pena de muerte de dos años, al tiempo que encarga a una comisión de notables que investigue a fondo el caso del mexicano.

«Cuando ven el expediente, la única prueba es la declaración de mis dos amigos, que tienen antecedentes penales. Luego se evidencia que no tengo un solo tatuaje ni cicatriz y que en 20 años no he quebrantado una regla en la prisión, y todo eso les parece muy raro para el supuesto jefe de una de las bandas más violentas de Chicago...», detalla esta semana.

«El comité -continúa Mario Flores- le dice al gobernador que soy inocente», pero ante la perspectiva de otra indemnización millonaria en un estado federal en número rojos, Ryan le conmuta la pena a 40 años, que se quedan en 20 por buena conducta.

«Lo vi como un castigo catastrófico, para salir en libertad tenía que admitir mi culpabilidad por algo que no cometí, al principio me negué, pero luego mis padres me dijeron que pensara en ellos y al final me declaré culpable», explica.

En noviembre de 2004, libre al fin, visita Málaga para conocer a Francisco de Paula, a Joaquín José Martínez y agradecer el apoyo de los malagueños. «Esta es una historia de solidaridad de los malagueños», subraya.

Asesor de Peña Nieto

¿Qué ha sido de su vida en estos 14 años? Como explica, durante esa primera estancia en España se empleó a fondo para reclamar la libertad del español Pablo Ibar, que todavía está condenado a la pena de muerte en Estados Unidos por unas pruebas dudosas; además, aprovechó para visitar varias ciudades donde estaban expuestos sus cuadros.

Incluso, recibió una oferta del Ministerio del Interior español para dar charlas en escuelas y disuadir a los jóvenes de ingresar en las pandillas delictivas. Pero en febrero de 2005 tuvo que dejar España y regresar a México con urgencia cuando le informaron de que sus padres habían tenido un gravísimo accidente de coche.

En su país atiende a sus padres, que por suerte se salvan y en una entrevista para la televisión mexicana pide trabajo. «Una semana más tarde, Enrique Peña Nieto, el que luego fue presidente de México y que por entonces era el gobernador del estado de México, me dice que necesita un asesor en su equipo que conozca el tema de los migrantes en Estados Unidos, y ahí me quedo».

Mario Flores ha sido jefe del departamento jurídico de atención a migrantes mexicanos en Estados Unidos del estado de México desde 2005 hasta el año pasado.

Conferenciante

Ahora, ha querido dar un nuevo giro a su vida y, versado desde hace años en charlas en todo tipo de foros, desea convertir las conferencias en su profesión.

«Empecé con charlas en comunidades marginadas, luego en escuelas, universidades y de ahí voy aterrizando en empresas», explica.

Compañías de seguros, Nestlé, Bimbo, Banco Santander, Pemex (Petróleos Mexicanos) y Mercedes Benz han sido algunas de las empresas a las que ha ofrecido sus servicios. «Me quiero centrar en departamentos de ventas y recursos humanos para dar conferencias de motivación. La gente no puede entender qué tiene que ver la historia de un condenado a muerte a nivel corporativo o empresarial y al final se asombra», cuenta por su experiencia.

Su visita a Málaga, precisamente, tiene que ver con las gestiones para dar conferencias a empresas españolas. «Quién puede contar mejor la subida al Everest que quien ha subido, y Mario ha subido ese Everest», resume esta semana Francisco de Paula.

¿Cuál ha sido el secreto de Mario para superar tanta injusticia y dolor?: «Lo importante es la mente. El que esté en paz consigo mismo lo seguirá estando aunque el mundo se tambalee. Yo esto feliz porque estoy en paz conmigo mismo». Por eso no deja de sonreír.