Quién iba a pensar que entre el personal del Hospital Clínico Virgen de la Victoria se puede encontrar a todo un atleta con grandes triunfos. Antonio Camaño es enfermero de urgencias y supervisor del centro hospitalario. Camaño compagina su actividad de enfermero con los entrenamientos para competir en marcha atlética.

Precisamente, la marcha atlética fue una de las modalidades que estuvo presente en el Mundial de Atletismo Máster de Málaga, que se celebró hace unos días, uno de los mundiales con más participación de la última década con más de 8.000 atletas de más de 100 países y en el que Antonio Camaño consiguió dos medallas de oro en las pruebas de 10 y 20 kilómetros por equipos.

Camaño comenzó en la marcha atlética hace cuatro años cuando su amigo y entrenador, Jacinto Garzón, lo invito a probar y comprobó que tenía «cualidades innatas» para la práctica de este deporte.

A parte de las dos medallas de oro conseguidas en el mundial celebrado en Málaga, este enfermero ya ha consechado otros éxitos en competiciones internacionales. El año pasado obtuvo tres medallas en el europeo de Dinamarca con una plata, en 20 km; un bronce, en 5 km y un oro por equipos, en 20 km. También hace dos años en Italia consiguió una plata por equipos en 5 km.

Antonio Camaño actualmente está federado por el club Juventudes Atléticas y comparte sus entrenamientos con su trabajo como enfermero supervisor. «Ahora lo compagino más fácil ya que trabajo por las mañanas y tengo las tardes libres» destaca. «Antes, cuando tenía diferentes turnos, me adaptaba y entrenaba a la hora que llegase», añade.

Camaño destaca que ellos siguen un plan de entrenamiento que deben cumplir a lo largo de la semana para poder llegar a los objetivos marcados.

«Intentamos sacar una hora u hora y media entre semana e incluso dos horas los fines de semana para hacer más kilómetros», explica. Según explicó Antonio, la semana de entrenamiento comienza con sesiones de activación para poder realizar sesiones más exigentes; a mediados de semana realizan series para conseguir mayor resistencia y ganar forma y finalmente los fines de semana, sesiones de entrenamientos más largas y a ritmo tranquilos que pueden llegar a durar dos horas y en las que pueden recorrer hasta 25 kilómetros. Sus lugares favoritos de entrenamiento son los polideportivos de Carranque y la UMA y en especial los paseos marítimos.

Sin duda, Antonio Camaño hace un gran esfuerzo por competir: «No he tenido vacaciones para poder pedirme los días de la competición y poder dedicarle el tiempo necesario».

Este deporte es una disciplina que tiene como objetivo «andar rápido» sin llegar a correr. Para evitar que esto ocurra existen dos normas fundamentales: la primera es que el atleta tiene que estar en continuo contacto con el suelo, es decir, no pueden estar los dos pies en el aire; la segunda consiste en la flexión de la rodilla, que no puede estar doblada mientras no esté en el suelo para evitar dar la sensación de estar corriendo.

Para que estas normas se cumplan, hay varios jueces encargados de advertir a los corredores de su sanción. Una vez acumulan tres sanciones, son expulsados de la carrera, siendo esta la única modalidad atlética en la que se puede expulsar en mitad de carrera.