El pulso político que el grupo Ciudadanos le ha echado al alcalde y al equipo de gobierno a costa del impuesto de Plusvalía se ha saldado, con una victoria clara, al menos en el primer round, del grupo que comanda Juan Cassá. Este había tensado la cuerda poniendo sobre la mesa una propuesta sobre el impuesto de Plusvalía distinta a la planteada por el PP y advirtiendo de que si el equipo de gobierno no la tenía en cuenta, peligraba el apoyo de Ciudadanos a los presupuestos para 2019.

El desconcierto cundió en las filas del PP y en especial en el concejal de Hacienda, Carlos Conde, cuya reacción fue arrojar más leña al fuego al asegurar que la propuesta de Cs sobre la Plusvalía «hacía inviable el presupuesto de 2019».

El PSOE también ha presionado con fuerza presentando una propuesta de eliminación total del impuesto, mientras el resto de grupos de la oposición rechazaba igualmente, aunque con matices distintos, la propuesta presentada por el PP.

Todo llevaba al resultado que al final se ha dado. Ayer, tras varios días practicando una política del avestruz, el equipo de gobierno y el alcalde cedieron y han «dejado sin efecto» la propuesta del impuesto de Plusvalía para 2019, con la idea de «de continuar sometiéndolo a un proceso de diálogo y negociación con todos los grupos políticos municipales».

El pulso deja como vencedor momentáneo a Ciudadanos y como derrotado al PP, no tanto por la fuerza de grupo naranja como por la indefinición del grupo popular.

Esto dio paso a cierta falta de trasparencia y así el alcalde, Francisco de la Torre, y el concejal de Hacienda aseguraban a mediodía a los medios de comunicación que aún no había una decisión tomada sobre qué hacer con la Plusvalía, cuando ya sabían que una hora después se reunirían en junta de gobierno para decidir «dejar sin efecto» el proyecto de ordenanza de dicho impuesto.

A su vez, el pacto de investidura entre ambos grupos, que hasta ahora parecía tener buena salud, ha enfermado y ambos deberán ahora forzar su recuperación.

Impacto económico

Con la decisión de no presentar el proyecto de Plusvalía para 2019, el equipo de gobierno se asegura la aprobación, en principio, del resto de ordenanzas fiscales, lo que debe fijarse en el pleno de hoy, y se da más tiempo para negociar con Ciudadanos y el resto de grupos de la oposición, una salida para las plusvalías, que aportan 19 millones de euros en ingresos y que el PP no quiere eliminar por representar una fuente importante de financiación municipal.

A la vista de las enmiendas de los diferentes grupos políticos sobre la Plusvalía, el concejal de Hacienda remitió un comunicado señalando que «estimamos que sería una irresponsabilidad someter a debate las propuestas que se refieren al Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana por el importante impacto económico que tendrían sobre el presupuesto municipal y su estabilidad, así como, provocarían un claro incumplimiento del aún vigente Plan de Ajuste Económico-Financiero y un importante desequilibrio en las cuentas del Ayuntamiento para los próximos ejercicios».

En cuanto a las enmiendas presentadas por los grupos de la oposición a varias de las ordenanzas fiscales, especialmente Plusvalía e IBI, el equipo de gobierno las ha rechazado en bloque. Ni siquiera ha entrado a considerarla y en una resolución conjunta, el concejal de Hacienda ha resuelto no admitir a trámite ninguna de ellas.

En la resolución, el concejal señala que algunas de las enmiendas «no están referidas a las modificaciones que se tramitan», alude también a que hay «falta de concreción» en las mismas «para el establecimiento de la cuota tributaria».