«¿En qué momento se había jodido el Perú?». La famosa frase de Conversación en la Catedral, la novela de Mario Vargas Llosa, puede aplicarse a las Fuckup Nights -cuya traducción libre bien podría ser Las noches de las cagadas-: Varios oradores explican al público de forma distendida cómo la pifiaron o fracasaron en sus negocios, para que todos aprendan de errores ajenos.

Se trata de una idea que en 2012 puso en marcha un mexicano y que hoy se celebra en 300 ciudades del todo el mundo, incluida Málaga, que el próximo jueves, 4 de octubre, a las 20.00 horas, celebrará la cuarta edición en el Bar Artsenal (Muelle Uno, asistencia gratuita). Y como particularidad, al igual que en dos ediciones anteriores las charlas serán en inglés.

La organizadora de esta escenificación del fracaso en los negocios es Julia Sycheva, una joven rusa de 26 años, residente en Málaga, que además de ruso, inglés y español habla checo. «Cuando vivía en Praga fui alguna vez a las Fuckup Nights y me gustó mucho porque era entretenido y al mismo tiempo aprendías. Al venirme a Málaga, después de estar aquí medio año, pensé que podía poner en marcha algo interesante, así que empecé con las Fuckup Nights».

Julia confiesa que para la primera edición peleó mucho «y literalmente fui de puerta en puerta con mi pobre español» en busca de empresarios con una historia interesante (y negativa) que contar.

Ahora, la buena fama de estos encuentros ha dado la vuelta a la tortilla y es ella la que tiene que seleccionar a los oradores para dar con las historias más curiosas e instructivas. Fue el caso de un emprendedor español que intervino en una pasada edición para contar que en el año 2000, con el respaldo del Banco Santander y otras grandes empresas, reunió 3,5 millones de euros para poner en marcha una potente plataforma online para la distribución de aceite de oliva. «Pero fue en el año 2000, al comienzo de internet, cuando la gente no lo conocía mucho o no confiaba demasiado, así que este empresario tenía contactos, mucho dinero, especialistas, dinero... y fracasó», sonríe. En nuestros días, por cierto, es asesor de negocios.

El «fallo gordo»

Gaspar Álvarez, malagueño de 24 años y también organizador, recuerda también la intervención del dueño de una tienda erótica, que como «fallo gordo» no cayó en la cuenta de que sus productos no se pueden promocionar por las redes sociales. Aparte, como explica la organizadora, «a mucha gente le avergüenza entrar en la tienda y además, ¿con qué frecuencia necesitas un juguete sexual?».

Fracasos estrepitosos contados con amenidad con el fin de que el público aprenda la lección y no los repita.

Para la cuarta edición intervendrán tres oradores con mucho que contar. Las reglas son 10 minutos de charla y otros 10 para preguntas del público. A partir de las 9, cuando concluyan las intervenciones, será el momento de un DJ y de los contactos empresariales entre los asistentes (networking).

Como hay tantas maneras de caerse con todo el equipo al montar un negocio, las posibilidades de aprender la lección son casi infinitas. El 4 de octubre, con ustedes, Fuckup Nights Málaga.