Con el susto aún en el cuerpo por todo lo que presenció hace escasos días, la técnico en cuidados de Enfermería de Urgencias del Hospital Virgen de la Victoria Lola Rojas, que fue agredida la madrugada del domingo por una paciente, contó ayer su experiencia durante esos minutos. «Desató una rabia y agresividad mientras la atendíamos en el crítico», explicó la profesional para poner nombre a la violencia que emprendió la mujer de 37 años contra cinco sanitarios.

Con un esguince en la muñeca tras «engancharla» en el momento que la paciente se volvió agresiva, Lola detalló ayer cómo sucedieron los hechos tras la concentración que tuvo lugar a las puertas de Urgencias del Clínico para denunciar este último caso, unos minutos a los que se unieron profesionales, fuerzas sindicales y la gerencia hospitalaria. «No había manera de contenerla y se llevó por delante a todo el que pudo», sentenció.

La mujer, bajo los efectos del alcohol, fue atendida por los profesionales del hospital cuando agredió de manera verbal y física a cinco trabajadores. «A mi me agredió, a otro intentó pincharle con un bolígrafo, un objeto punzante...», recuerda.

El hospital activó el protocolo de actuación que estipula este tipo de casos y se personó la Policía Local. «He pedido en el juzgado que no se acerque aquí y nos haga pasar ese malo rato», recordó Lola. Asimismo, aseguró que lo único que quiere es «poder trabajar en mi centro sin ser agredida y con medidas de seguridad». Aunque reconoció que ese tipo de comportamientos no son habituales, sí que los profesionales «tienen miedo» porque no saben «quién va a saltar o quién se va a enfadar». «Hay demora en las urgencias, se colapsan y las familias de algunos pacientes desatan la furia y rabia contra el personal sanitario. Estamos totalmente desprotegidos», recordó.

En su caso, solicita desde hace tiempo el traslado de centro ante el estrés y la inseguridad que hay en el suyo. «Yo entro a Urgencias y no sé cómo el paciente o familiares van a reaccionar con el personal sanitario. Es una incertidumbre cuando pisas el hospital», dice.

Ante esta situación, el sindicato CSIF ha solicitado a la gerencia hospitalaria que facilite el traslado de esta profesional, una medida contemplada en el protocolo de actuación ante agresiones, según el sindicato, pero que muchos profesionales desconocen. «La administración debe informar y facilitar la recuperación y seguridad del profesional, adaptando su puesto a la situación a través de la movilidad a otros servicios», informó CSIF, con el objetivo de evitar que se repitan estos episodios o que las víctimas sufran represalias. Además, indicaron que consideran necesario evaluar la eficacia de las medidas de seguridad de los centros sanitarios y las actuaciones para concienciar a la sociedad contra las agresiones.

La justicia ha condenado a la agresora a 18 meses de prisión, aunque al haber conformidad por parte de la misma, la pena se ha rebajado a 12 meses.