­El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, volvió a defender en la comisión sobre los expedientes de infracción tramitados por la Gerencia de Urbanismo (GMU) entre los años 2006 y 2016, que se ha actuado conforme a la legalidad, mostrando «absoluta tranquilidad», al respecto. De la Torre, tras preguntas de los grupos de la oposición, negó que se dejaran prescribir por voluntad expedientes, recordando las sentencias que así lo atestiguan: «No está acreditado el bloqueo y así lo dice la sala del TSJA».

Estaba informado

Sobre los expedientes de Villas del Arenal, insistió en que se tomaron las decisiones y se trató de dar respuesta pero siempre «dentro de la legalidad», con medidas proporcionales.

Los grupos preguntaron si el alcalde era conocedor de lo que se está denunciando en la comisión, reiterando éste en relación con los expedientes de Villas del Arenal que supo en los plenos de 2013 y 2014.

También fue cuestionado sobre las reuniones y escritos de las exjefas en Urbanismo Teresa Domingo y Esther Sedano, volviendo a defender que tras la reunión y las cartas remitidas, trasladó el tema a los responsables, tanto el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, como el gerente de la GMU, José Cardador, «lo puse a disposición de quienes están al frente». Por ello, valoró el trabajo «formidable» de la Gerencia, que ha trabajado de «forma objetiva».

Po su parte, el gerente de Urbanismo, José Cardador, que según el alcalde es la persona «que mejor conoce lo que pasa» en la empresa, dijo, sin embargo no tener datos ni de plazos, ni de expedientes prescritos, caducados o sancionados o cobrados, aludiendo a que hay que ir al caso concreto. Negó a su vez un desmantelamiento del servicio con los ceses y habló de «un equipo de refuerzo» no de ‘equipo B’, como criticaron en sesiones de la comisión anteriores.

Reconoció que desde 2013 se informa a los concejales de distritos de actuaciones importantes que Urbanismo realice en su sector, «pero para que tengan conocimiento de ello». Sin embargo, admitió que se les enviaba a los concejales un primer correo electrónico, y si no contestaban si les remitía un segundo y que mientras tanto el expediente en cuestión estaba parado.