La declaración como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de 98 calles del Centro y cinco de El Romeral recibió el visto bueno de la Junta de Gobierno Local, el sí inicial de la Comisión de Sostenibilidad Medioambiental de octubre y mañana irá a pleno para recibir otra vez la bendición inicial, antes de salir a exposición pública para alegaciones y ser aprobada definitivamente a final de año (según José del Río, edil del área). Entre otras medidas, el documento supondrá que no podrán abrir bares, restaurantes o discotecas en las zonas en las que se aplica durante un año y se recorta la hora de retirada de las terrazas y veladores. El sector considera esta iniciativa un torpedo a su línea de flotación y Mahos-Amares ha pasado a la ofensiva contra la medida municipal, que ni siquiera va a nacer con el respaldo de todos los grupos.

El sí es ya casi definitivo, porque después de recibir el visto bueno inicial en el pleno del jueves, habrá alegaciones, que rechazará casi con seguridad la Junta de Gobierno Local y luego se debatirán en una nueva sesión plenaria a final de año, ya para la aprobación definitiva.

En cuanto a esa ofensiva, el colectivo ha lanzado una campaña que combina distintas imágenes para redes sociales: Twitter, Facebook o Whatsapp y un cartel en A3 en el que los hosteleros muestran su rechazo al ZAS. Las imágenes se pueden descargar en la web de la asociación y se pide a los socios que las compartan en sus perfiles de distintas redes y que pongan el cartel en su negocio. Este, por ejemplo, lleva la siguiente leyenda: «Nuestro trabajo está en peligro. Los bares y restaurantes de Málaga corren peligro. ¿Te imaginas un Centro sin terrazas? Nosotros tampoco. Di no al ZAS». En las imágenes para redes, se recogen lemas similares coronados por la inscripción #ZASNO.

Asimismo, según reconoció el presidente de Mahos-Amares, Javier Frutos, el lunes se reunieron con el PSOE y en unos días con Ciudadanos para pedirles ayuda. De hecho, estos dos grupos votaron en contra del documento en la comisión. Tanto el PSOE como Ciudadanos repetirán mañana su no al ZAS, que sólo recibirá el apoyo del PP, aunque saldrá adelante gracias a las, en principio, previsibles abstenciones de los ediles de IU-Málaga para la Gente, Málaga Ahora y el concejal no adscrito, Juan José Espinosa.

Juan Cassá, portavoz de Ciudadanos, señaló ayer: «Votaremos en contra de una propuesta que es prácticamente la misma que no salió adelante hace unos meses y porque creemos que se está demonizando al sector hostelero, que, hoy por hoy, y mientras no se produzca la ansiada diversificación del modelo productivo, es el que genera empleo en nuestra ciudad». Asimismo, «hay una tendencia a mezclar temas, a hablar mal de Málaga, a cargar contra el turismo... El Centro de Málaga vive un esplendor que nunca ha conocido y creo que lo que hay que hacer es velar por el cumplimiento de las ordenanzas, los espacios establecidos para las terrazas...». Y, por último, afirmó que «el Ayuntamiento ha actuado de manera descoordinada, con áreas que difieren unas de otras, sin una voz única. Este ZAS no es la solución. ¿O es que el ruido lo provocan en exclusiva los bares y restaurantes? Hablamos de hosteleros como si fueran gente sin escrúpulos venida de no sé dónde. No, son empresarios malagueños, muchos de ellos jóvenes».

Frutos, de cualquier forma, está muy molesto con el ZAS, y recuerda que hay 4.000 empleos directos generados por la hostelería en el Centro y 10.000 en la ciudad, y podría perderse el 25% de los mismos, además de no crearse nuevos empleos con la implementación del documento, que durará un año de forma piloto. Ni siquiera descartan ir a los tribunales, aunque no ha valorado la afección sobre el cierre de negocios. Frutos dice no estar de acuerdo porque, pese a que sí puede existir un problema de ruido en zonas localizadas, la culpable no es la hostelería ni esta normativa supone una solución real. «Se trata de un parche», afirma. Así, reclaman una zonificación, es decir, un estudio calle a calle y ver cuáles tienen un problema de ruido.

Piden también un estudio para determinar qué causa el ruido, ya que, por ejemplo, calle Larios es acústicamente saturada y sólo tiene una terraza. Además, el ZAS va en contra del modelo de ciudad ligado al turismo y centrado en hacer una oferta interesante. Es el Ayuntamiento, explican, el que ha dado las licencias a los bares y restaurantes, por lo que hay que abogar por un modelo integrador.