Miguel Ángel Piédrola, padre, se acerca al piano de la casa López y Griffo y, de pie, con una mano, toca los primeros compases de El Café de Chinitas. La canción no está elegida al azar: en la casa museo de Federico García Lorca de la Huerta de San Vicente, en Granada, todavía se exhibe el piano de cola de esta empresa malagueña que acompañó muchas horas de asueto y creación del poeta.

Los pianos de cola, por cierto, fueron algo excepcional en la producción de López y Griffo y estaban fuera de su extenso catálogo. «Sabemos que está el de García Lorca y creo que hay un piano de cola más en Málaga», cuenta Cristóbal García Montoro, catedrático de Historia Contemporánea de la UMA y comisario de la exposición «Pianos de Málaga», que desde el pasado 11 de octubre y hasta el de 13 enero del próximo año puede visitarse en el Museo Municipal del Patrimonio (MUPAM).

La muestra le ha puesto letra y música a la poco conocida historia de la fabricación de pianos en Málaga, y lo ha hecho, por vez primera, gracias al trabajo conjunto del MUPAM y el Museo Interactivo de la Música (MIMMA), que este año celebra el XV aniversario. Los dos museos se han unido a la hora de exponer piezas -entre ellas tres pianos históricos del museo de calle Beatas, 15- y ofrecer actividades en sus respectivas sedes.

La aventura pianística comenzó con el francés Adolfo Montargón, que se afincó en Málaga en 1867 y montó un taller de fabricación de pianos en la calle de los Mártires, 2, donde hoy se encuentra el Museo Thyssen. El francés dio en la tecla porque arribó a una Málaga en plena ebullición musical: en los años siguientes nacería la Sociedad Filarmónica, se construiría el Cervantes y Málaga entraría en el circuito musical; de hecho, se sabe que el famoso violinista Pablo Sarasate, que actuó en la capital, visitó la fábrica en 1881.

«De Adolfo Montargón hay que destacar su espíritu innovador», precisa Cristóbal García Montoro, mientras señala un piano del artesano francés de 1877 en el que puede leerse «privilegio de invención». Como explica Elías de Mateo, director del MUPAM, Montargón inventó un mecanismo para regular la dureza de las teclas «y en la oficina de patentes de marcas se conserva el registro de la patente de este mecanismo».

Los pianos del francés, comenta Elías de Mateo, «estaban hechos artesanalmente, porque Adolfo Montargón debía de tener un tallercito en la calle de los Mártires y los fabricaba de uno en uno; no había dos pianos iguales».

En esas tareas le ayudaba el joven Juan López Casas, que también había aportado innovaciones técnicas al piano. Con el tiempo, se convertiría además en yerno de Montargón porque contraería matrimonio con su hija Juana. Así que, hacia 1886, cuando su suegro se retira del negocio o bien fallece, Juan López lleva en solitario el negocio, ya con su propio nombre, pero con el añadido de «sucesor de Adolfo Montargón». La fábrica de pianos y almacén de música continuará en la calle de los Mártires.

La muestra exhibe un piano de Juan López procedente del MIMMA, que es idéntico al que el padre de Miguel Ángel Piédrola adquirió para su casa en 1927. «Como fue el primero que hubo en mi casa, siempre me ha gustado investigar en la historia de Juan López», explica el conocido comerciante y coleccionista de instrumentos musicales. Uno de los objetos que ha localizado es un bastón diseñado por el propio Juan López que en realidad servía para guardar todos los instrumentos para afinar un piano, ciencia en la que era una autoridad.

Tras unos años y con el fin de relanzar la empresa, el yerno de Adolfo Montargón se asocia con José Griffo García, oficial de la administración militar que prosperó comerciando con Cuba y como destaca su bisnieto, el abogado y pintor José Javier de las Peñas, fue capaz en esa época de viajar con toda la familia a las cataratas del Niágara, lo que da idea de su nivel económico.

Nace así, en 1903 la sociedad mercantil López y Griffo, dedicada a la construcción, venta y alquiler de pianos y armóniums, compraventa de música pero también de instrumentos de todo tipo, así como venta en comisión de pianos de otras marcas.

De la estrecha calle los Mártires la nueva empresa pasa a instalar su fábrica en un gran edificio de la calle Cuarteles y tendrá tienda en calle Larios y sucursales en Almería, Granada y Sevilla.

«Con López y Griffo los modelos ya se estandarizan y tienen un montaje en cadena, sin perder mérito porque son magníficos pianos», subraya el director del MUPAM.

Precisamente el piano expuesto de la tercera etapa de esta empresa tiene una entrañable historia que cuenta Miguel Ángel Piédrola, padre: «Una señora muy conocida de Málaga entraba en mi almacén y al ver este piano decía que le entraba un escalofrío. Le volvió a pasar cuando ya abrió el museo y decía que tuvo un piano igual en su casa y que se emocionaba. Además, me comentó que estaba pintado por dentro de verde, lo que no era muy normal. Entonces yo levanté la tapa y estaba pintado de verde. Era su piano, coincidía también con el número».

A su lado está Miguel Ángel Piédrola, hijo, el responsable del MIMMA, que aclara que los pianos llevan un número de fabricación y que por ellos se puede conocer, si existen documentos del negocio, el nombre de sus primeros propietarios.

La aventura musical de los pianos malagueños se apagaría tras la I Guerra Mundial. Cristóbal García Montoro explica que tras la Gran Guerra hubo un gran cambio social: cambiaron los gustos, el papel de la mujer y a eso se sumó la llegada de los gramófonos, con la posibilidad de escuchar discos grabados. El piano perdió protagonismo.

La exposición se completa con un resumen de 13 minutos del famoso corto de el Gordo y el Flaco La caja de música (1932), en el que Stan Laurel y Oliver Hardy tratan de transportar un piano con desastrosas consecuencias.Actividades de los dos museos

Entre las actividades conjuntas con motivo de la exposición, el MIMMA ofrece talleres de construcción de pianos con Nintendo (26 a 28 de diciembre) y de afinación de pianos (2 a 4 de diciembre), así como Cuentacuentos del Jazz todos los sábados de noviembre y diciembre con la actriz Alba Novoa y el pianista Fran Romguer (pianista). Todas las actividades, a las 17 horas.

En el MUPAM destacan las conferencias (todas a las 19.30) La fabricación de pianos en Málaga (Cristóbal García Montoro, 7 de noviembre); Los pianos en la colección del MIMMA (Lidia Romero Márquez, 14 de noviembre); El piano en España (Ana Benavides González, 23 de noviembre); Pianos de Málaga (Adrián Campillo Diajara, comisario musical de la muestra, 28 de noviembre). También habrá talleres familiares y para adultos así como visitas guiadas.