Ciudadanos ha vuelto a trasladar su apoyo al sector hostelero de Málaga capital y su rechazo absoluto a la declaración de zonas acústicamente saturadas (ZAS), que afecta al Centro y Teatinos. El asunto fue de nuevo analizado durante una reunión mantenida este miércoles por el portavoz de Cs, Juan Cassá, con miembros de la Junta Directiva y del Consejo Asesor de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos). El edil afirmó que «hay que desmontar a grupos minoritarios que pretenden crear un problema donde no lo hay y dejar de criminalizar al hostelero». Y recordó que el equipo de gobierno del PP «se ha apoyado en las fuerzas más radicales del Ayuntamiento para sacar adelante esta medida».

Cs ha coincidido con Mahos en realizar una nueva zonificación que atienda a la realidad del Centro. Cassá recordó que plantearon líneas de subvenciones para insonorizaciones acústicas para evitar molestias a los vecinos. Además, Ciudadanos quiere que se hagan cumplir las ordenanzas sobre ocupación de vía pública y se extreme el control de la legalidad para castigar a quien incumple.

«Hace falta dejar de criminalizar al hostelero. Se está generando una imagen interesada y dañina. Muchos de ellos son malagueños que crean puestos de trabajo y que apuestan por Málaga y su desarrollo. El Centro ha mejorado muchísimo en los últimos años y estoy en contra de esta distorsión que algunos pretenden crear», aseveró. Asimismo,criticó al alcalde, Francisco de la Torre, y al equipo del PP por no llevar «una línea valiente ni una voz única». Aunque se mostró esperanzado en que den marcha atrás, se reúna con el sector y se disipe la amenaza de huelga patronal (cuestión que decidirán en asamblea el próximo día 6 de noviembre).

El presidente de Mahos, Javier Frutos, reclamó «una nueva zonificación acústica que permita definir la realidad de Málaga y del modelo de ciudad que se quiere potenciar de cara al futuro» y lamentó que la sociedad no es consciente de las consecuencias de la aprobación de esta medida. «Se acaban las terrazas», afirmó. Además, aseguró que podría generar la destrucción de un 25 por ciento del empleo directo y que tendrá consecuencias en hitos socio-culturales como la Semana Santa o el alumbrado de Navidad.