­El desconocimiento social que existe sobre la inmigración es, según Arantxa Triguero, la causa principal de «los muchos prejuicios con los que vive la sociedad española» en la actualidad y, aunque destaca el carácter solidario que existe en tierras malagueñas con las personas extranjeras, la presidenta de la Asociación Málaga Acoge reclama y lucha para que próximamente la ciudad cuente con su propio Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Aunque solo hace dos años que es presidenta, Arantxa Triguero lucha por los derechos de las personas desde esta organización -aconfesional y apartidista, formada por voluntarios de todas las edades- desde hace 16. Trabaja día a día por la integración y promoción de las personas en la provincia de Málaga con un objetivo: que se reconozca política y socialmente a todos los inmigrantes como componentes de la realidad de un país en el que la inmigración crece y se proyecta de modo estable.

El pasado 1 de noviembre se cumplieron 30 años desde el primer naufragio de una patera en el Mediterráneo. Murieron 18 personas. ¿Qué ha cambiado a lo largo de estos años?

El 1 de noviembre del 88 apareció en la playa de Los Lances (Tarifa) la primera embarcación de migrantes. En ella venían 23 jóvenes marroquíes y solo sobrevivieron cinco, los que sabían nadar... Es una situación que vemos que ocurre todavía a día de hoy. La gente no arriesga su vida si no les espera algo mejor de lo que están viviendo. La migración es algo innato del ser humano y el derecho de asilo se debe prestar a todas las personas. Uno de los cambios que vemos es que cada vez vamos a tener más migrantes que no llegan en pateras.

En lo que va de año más de 7.000 personas han llegado al Puerto de Málaga en busca de una alternativa de vida. En 2017 solo 2.194. ¿Está Málaga preparada para acoger a tantos migrantes?

Por supuesto que está preparada. Existen muchos recursos pero hay que trabajar con ellos. El año pasado ya se duplicó la cifra del año anterior y este lo hemos pasado con creces por diferentes motivos. A medida que se van cerrando fronteras la gente busca otras. Se nos olvida que España ha pasado de ser un país emigrante a ser receptor, aunque tengo que puntualizar que la sociedad malagueña, en general, es muy solidaria. Hay muchos solicitantes de asilo, menores, víctimas de trata que huyen de situaciones muy duras y hay que acogerles con dignidad.

El Ayuntamiento de Málaga ha habilitado una caseta del Real de la Feria para acoger a las personas que llegan ante la falta de un CATE en la ciudad ¿Cómo avanza su creación?

Nosotros hacemos todo lo que está en nuestra mano para intentar que esta intención siga adelante. Desde hace unos años estamos integrados en el Plan de Apoyo a las Personas Refugiadas de la UMA, con el que los alumnos de Arquitectura trabajan y ponen sobre la mesa propuestas de posibles Cates muy interesantes, por ser económicos y que atienden a todas las necesidades de las personas que llegan. Lo que sabemos es que se está estudiando la creación. Eso es lo que nos comunican desde la Subdelegación del Gobierno. La idea de la caseta no la puedo juzgar porque no sabemos cómo se va a habilitar. Sigue siendo un sitio provisional. Cuando llegue la Feria en agosto va a ocurrir lo mismo que con los pabellones de deporte. Lo que no puede ocurrir es que 200 personas estén más de 12 horas esperando en la embarcación sin ducharse, sin descansar y vulnerando sus derechos. Si hubiese sido un crucero que llega al Puerto y que los pasajeros no pueden bajar, estaría en las portadas de todos los medios.

A pesar de las peticiones, el CATE sigue sin crearse...

Cuando nos hemos reunido con María Gámez es verdad que siempre nos ha mostrado sus buenas intenciones en cuanto al proyecto y nos ha comunicado que están buscando un sitio para su ubicación. Llevan cuatro meses de Gobierno pero este asunto debería de ser una prioridad nada menos que por la cantidad de llegadas marítimas que se están dando. Las necesidades de estas personas deben de ser cubiertas respetando su dignidad. Aunque este asunto viene de lejos. Los políticos deben de ser responsables y conscientes de la realidad en la que vivimos. Esta situación no pilla de sorpresa a nadie. El año pasado duplicamos las cifras del anterior y el anterior ya habían sido cifras de llegadas altas. Es previsible que la gente va a seguir viniendo y que vamos a necesitar un centro de atención a las personas.

¿Existen a día de hoy prejuicios en torno a las personas extranjeras que influyan en las actitudes racistas?

Sigue habiendo muchos prejuicios, sobre todo a raíz de la crisis económica. Hechos como estos acentúan los prejuicios pero hay que ser conscientes de que estos surgen por desconocimiento. Además, puede influir que en los últimos tiempos podemos ver cómo en Europa están surgiendo partidos xenófobos que culpabilizan a la migración de mucha de las situaciones que se viven. Como ya dije, la gente se olvida de que hemos pasado de ser un país emigrante a ser un país receptor. Nos hemos ido adaptando y es cierto que la gente se solidariza mucho pero a medida que pasan los años surgen más por desconocimiento.

¿Siguen aumentando y se combaten de alguna forma?

Desde Málaga Acoge trabajamos junto a Andalucía Acoge en el programa StopRumores. Desde allí combatimos estereotipos, clichés y mentiras que se cuentan acerca de los extranjeros. Desmontamos los rumores que existen con datos contrastados de fuentes oficiales. Además le damos la oportunidad a la gente de que pueda participar. También contamos con un grupo de periodistas en nuestras organización que estudian cómo pueden influir en el uso del lenguaje y demás en la opinión pública y así poder crear un código ético.

¿Cómo cree que influyen los medios de comunicación en la creación de prejuicios?

Sabemos que los periodistas trabajan de manera adecuada y contrastando las noticias pero también es verdad que día a día leemos titulares que nos chocan como por ejemplo «llegada masiva de pateras», «oleadas de pateras»... Mucha gente se queda con ese titular y no lee la noticia al completo, por lo que se crea una alarma social de forma no intencionada. No culpabilizamos ni a los periodistas ni a los medios pero si la gente supiese qué hay detrás pensaría otra cosa.

@marinapmarquez