Formación de todo el personal sanitario para saber qué hacer si son víctimas de una agresión o cómo actuar cuando la sufre un compañero, involucrar más la figura del agente de seguridad o implantar un sistema informático de alerta conectado con el resto de ordenadores de los profesionales que se activaría pulsando solo dos teclas son algunas de las medidas que se abordaron en la reunión de la mesa técnica de prevención de riesgos laborales que se celebró ayer entre organizaciones sindicales y representantes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para tratar las agresiones al personal sanitario.

Unas medidas que el plan actual contra las agresiones de la administración pública, creado en 2005, no contempla pero que ya se llevan a cabo en el Hospital Reina Sofía de Córdoba desde el año 2011 y que ayer se desglosó ante representantes de CCOO, UGT, CSIF, Satse y Sindicato Médico para adaptarlo a nivel regional, estudiando las singularidades que presenta cada una de las ciudades, según informó el sindicato UGT. «Lo importante es que el SAS ya ha entendido que el plan actual hay que renovarlo y es un avance», matizaron.

La próxima reunión, prevista para el mes de enero tras analizar el plan que en Córdoba funciona desde hace años, sería para ver cómo se podría aplicar en hospitales y centros de atención primaria de cada ciudad e incluso plantear otras medidas. «En 2016 hubo en Málaga mil agresiones y en 2017, 1.115. Está demostrado que el plan actual no funciona», matizó el sindicato.

El plan que llevan a cabo en el hospital público de Córdoba contempla formación específica para todos los profesionales y un sistema informático de alerta conectado con el agente de seguridad y el resto de compañeros que, con solo pulsar dos teclas, saltaría el aviso al resto de compañeros para que entraran en consulta en el momento que el profesional sienta que hay una situación de peligro como medida preventiva.

En caso de que se produzca la agresión, la víctima contaría con el asesoramiento jurídico del SAS, que se personaría si la víctima denuncia, un servicio con el que aún no cuenta Málaga. Asimismo, los cargos intermedios del hospital conocen desde el minuto uno la situación y arropan a la víctima. Una situación en la que también interviene el agente de seguridad que aconseja qué hacer al agredido (posibles denuncias o cómo actuar) y envía la información sobre el caso al directivo que vela por la seguridad de los trabajadores por mensaje de texto, y se procede a llamar a la policía si es necesario y denunciar; un último punto en el que Málaga está por delante ya que la propia policía se traslada al centro para ayudar al agredido a poner la pertinente denuncia.