El mercado laboral de Málaga ha recuperado por completo su capacidad de atracción para miles de trabajadores de otros puntos de España, principalmente de zonas de Andalucía. La provincia generó el pasado año un total de 101.309 contratos de trabajo que tuvieron como receptores a personas que vinieron de otras provincias, la cifra más alta de los últimos once años, según un estudio de movilidad laboral publicado ayer por Randstad a partir de los datos del Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE).

El volumen de contratos de 2017, que superó en un 14% al del ejercicio precedente, se mueve ya en los niveles previos del boom económico (en 2007, el último del ciclo de bonanza, hubo 91.140 contrataciones) y ratifica a Málaga de nuevo como un imán laboral para la gente de fuera. En el periodo más duro de la crisis (años 2012 y 2013) los guarismos habían caído por debajo de las 60.000 contrataciones anuales.

Con todas estas cifras, Málaga se sitúa como unas de las provincias españolas con mayor entrada de trabajadores de otras provincias. En concreto, está la sexta tras Madrid (464.633), Barcelona (251.839), Murcia (177.285), Sevilla (137.243) y Valencia (132.655).

Málaga es además una de las provincias españolas con mayor diferencia a favor entre los trabajadores que entran y los que salen. En 2017 los contratos de malagueños que se fueron a trabajar a otras provincias fueron 86.985, lo que arroja un saldo de movilidad laboral favorable de 14.324 contrataciones. A partir de estos números, Málaga presenta también el sexto mejor saldo de España tras los de Madrid (233.810), Barcelona (85.920), Baleares (56.483), Murcia (45.393) y Álava (24.313).

En 2017 se formalizaron en España 2,9 millones de contrataciones que implican la movilidad del profesional a otra provincia, lo que supuso un aumento del 10,9% respecto al periodo precedente y la cifra más alta de la serie histórica, según el análisis de Randstad.

La agricultura es el sector con mayor índice de movilidad, casi uno de cada cuatro contratos firmados supone el desplazamiento del profesional a otra provincia. Le siguen la construcción (16,7%), los servicios (11,8%) y cierra la industria (10,2%).

Sin embargo, en cifras totales, el 60% del total de contratos de movilidad formalizados están en el sector servicios.