La situación actual de Podemos en Málaga está lejos de ser una balsa. Aunque la formación se fuerza en trasladar una apariencia de unión, sobre todo cara a las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, se está en los prolegómenos de una fractura interna que se hará visible en las primarias al Ayuntamiento de Málaga. Hasta tres candidaturas diferentes, aseguran fuentes directas de Podemos a este periódico, pugnarán para poner al candidato morado a la alcaldía de Málaga. Cada una de ellas, representando, a su vez, a las diferentes corrientes que conviven ahora mismo en el seno de la formación morada.

«Está clarísimo que habrá tres candidaturas. Todas las personas clave están esperando el mejor momento para moverse», asegura alguien con responsabilidad en la formación morada y que estará implicado en una de las mencionadas candidaturas. Las especulaciones sobre los nombres de los posibles candidatos se está llevando con gran efervescencia dentro del propio partido. El de Alberto Montero siempre aparece en moldes grandes. En estos momentos, ocupa un escaño en el Congreso de los Diputados y, aunque no se haya destacado por sacar a pasear de manera ostentosa los galones internos, es el actual secretario general de Podemos en Málaga. Todos los miembros del partido consultados dan por hecho que se presentará.

El propio Montero, sin embargo, sigue sin poner sus cartas boca arriba. Sigue en la ambivalencia y tira de manual básico. Aunque sí deja entrever que la idea le seduce. «Lo he dicho otras veces y lo vuelvo a decir: ser alcalde de Málaga sería un honor», repitió al ser cuestionado por este periódico. Apeló a que su esfuerzo está centrado ahora en apoyar la campaña autonómica de Adelante Andalucía, y que tomará una decisión después de las elecciones del 2D: «El tema del candidato no es algo que me preocupe en estos momentos. Después de las autonómicas, ya veremos qué pasos dar».

Otra figura importante del crucigrama en el que se ha convertido Podemos en Málaga es la figura de Juan José Espinosa. Durante bastante tiempo estaba claro que iba a desempeñar un papel importante cara a las municipales de mayo. El propio Montero fue uno de sus principales valedores, dando por bueno que se presentara como concejal de Podemos, aunque su condición, después de abandonar las filas de Málaga Ahora, era y sigue siendo la de concejal no adscrito. La situación de Espinosa, sin embargo, es delicada. En estos momentos, se encuentra envuelto en un proceso judicial que tiene su origen en las desavenencias con los responsables de Málaga Ahora. Una amenaza latente para sus posibles aspiraciones que no impide, sin embargo, que canalice los apoyos que tiene a nivel interno para ponerlos al servicio de un candidato de su cuerda. Si lograra despejar su situación judicial a tiempo, incluso podría convertir este calvario judicial en un buen asidero para su propia campaña personal. Aunque Espinosa es consciente de que eso ahora forma parte del mundo de las suposiciones. Sus expectativas personales, por ahora, están cruzadas con las que ofrece un posible candidato sobre el que se ha vertido la sospecha.

El entorno de Espinosa traslada, a pesar de todo, que cuenta con el apoyo de la mayoría de afiliados que participan de manera activa en Podemos. «La comunicación con Montero no existe prácticamente», confirman, además, que hay varias corrientes en el partido. Estas fuentes hablan de tres corrientes distintas y precisan que cada una acabará desembocando en una candidatura para tener las primarias del que debe salir el candidato a la alcaldía de Málaga de Podemos.

En este puzle falta una tercera pieza. Otra cara conocida dentro del mundo morado en Málaga: Luis Arias. Forma parte del consejo ciudadano y en los momentos de efervescencia máxima del partido estuvo muy cercano a Montero y le apoyó para que se convirtiera en el secretario general de la capital. Como tantas veces en Podemos, las realidades son líquidas y de aquella relación ya no queda nada. Arias acusa a Montero de «calcular cada paso que da» y que ahora se ha echado en los brazos de Teresa Rodríguez porque «ve que su estrella en Madrid se está apagando». Podría decirse que Arias es el enlace de Pablo Echenique en Málaga. Al menos, es el papel que él se atribuye. El pasado sábado estuvo en Madrid para participar en el «Encuentro municipalista» de Podemos, organizado por la dirección nacional, con Pablo Iglesias al frente. Arias, en conversación con este periódico, ni se coloca como aspirante ni se quita, aunque sí deja claro que habrá una candidatura bien liderada por él o por un compañero: «Yo podría haber seguido como el niño bonito de Alberto, pero si veo que las cosas no se están haciendo no me puedo callar», resume.

Las primarias iban a ser para diciembre, pero se han pospuesto por las elecciones andaluzas. Según aseguran en Podemos, serán a principios de 2019.