Mañana miércoles, 14 de noviembre, los hosteleros malagueños (Mahos) decidirán en una nueva Asamblea General, a celebrar en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la capital, si, como consecuencia de la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de 98 calles del Centro Histórico y cinco del Romeral, cierran todos los establecimientos durante el 30 de noviembre, coincidiendo con la inauguración de las luces de Navidad o, por el contrario, abren 24 horas de forma ininterrumpida, como anunció el presidente del colectivo, Javier Frutos, la pasada semana en la primera de las asambleas.

La declaración como ZAS de las calles mencionadas derivará en una moratoria al otorgamiento de nuevas licencias para bares, restaurantes, pub y discotecas y en una reducción de una hora en el horario de recogida de terrazas en otoño e invierno, de las dos a la una de la madrugada, así como en más controles de ruido, entre otras medidas.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se reunió con Frutos en la mañana del sábado y tiene previsto acudir mañana a la asamblea, después de que los hosteleros dejaran claro que sólo quieren como interlocutor al regidor, quien ayer, por cierto, afirmó que es «evidente y obvio» que hay que abordar medidas para minimizar el ruido en relación con las ZAS y las protestas que planean los hosteleros. «Nos interesa a todos», remarcó.

«El éxito de Málaga ha sido tal en estos años, en su desarrollo turístico y en su oferta, complementaria y necesaria para el turismo y la propia ciudad, que inevitablemente se han producido situaciones de molestias y ruidos y donde los vecinos han mostrado sus quejas», recordó, añadiendo que, incluso, han ido al Defensor del Pueblo. Por ello, afirmó que, aunque no hubiera esta legislación, la ley marca unos límites, «debemos actuar, nos interesa a todos».

En este punto, recordó que tiene previsto asistir al evento, donde espera «hablar para transformar lo que aparentemente es una debilidad o un problema y convertirlo en una ventaja o fortaleza para la ciudad», aclaró. «Ese es mi propósito y espero que no haya ningún interrogante ni preocupación en el sector y, por el contrario, salga un sector más ilusionado, más convencido de cómo debemos trabajar para ofrecer la máxima calidad en todos los sentidos a los usuarios de los establecimientos·, señaló. «Debemos procurar hacer las cosas para que el éxito no nos lleva a morir del mismo», concluyó.

La Asociación de Vecinos El Romeral contra el Ruido acordó ayer, tras consultar a sus miembros, «no volver a acudir ni presentar a ninguna reunión, mesa de trabajo u otro tipo de encuentro para tratar la aplicación, estudio, rectificación o modificación de las ZAS», después de ir a muchas sin acuerdo alguno. También exigió la asociación la aplicación inmediata de esta declaración una vez acabe la fase de alegaciones.