Tras un encuentro entre pacientes y la Delegación de Salud, el colectivo ha solicitado la apertura de 20 camas en el pabellón siete del Hospital Civil, vacío en estos momentos, para atender en dicha área a los pacientes crónicos que requieren de estancias medias para su recuperación completa.

El coordinador general de la mesa de pacientes de la agrupación de Desarrollo Málaga accesible, Alfredo de Pablos, que representa a 50 asociaciones de pacientes en la provincia, explicó que con la apertura de esas camas «no se tiene ni para empezar a cubrir la demanda que existe», pero es el «camino» para habilitar una zona para este tipo de paciente que tiene una o más enfermedades crónicas y requiere de unos cuidados especiales una vez que se ha estabilizado su situación. «En dos semanas empieza el repunte de pacientes con gripe y no es grave pero para un crónico sí», explicó. La delegación, por su parte, se comprometió a responder en dos semanas.

La apertura de camas en otros pabellones del Civil e incluso del Materno Infantil son algunas medidas tomadas años atrás y para ello el colectivo exige una zona específica para este tipo de paciente. Y es que, el 40-45 por ciento de la población andaluza tiene una enfermedad crónica, el 25 por ciento más de una, según el plan estatal de atención a pacientes crónicos del SAS. Un dato extrapolable a la población malagueña, según el representante de los pacientes.

«Por eso tenemos tanto interés en la creación del tercer hospital, porque habrá 500 camas para enfermos crónicos», recordó con respecto a la futura configuración de los hospitales de Málaga una vez construida la nueva infraestructura. Mientras tanto, la sanidad pública, una vez que resuelve el motivo principal que lleva al enfermo pluripatológico (paciente crónico complejo) a ocupar una cama, lo suelen derivar a las clínicas con las que tienen convenios como San José o Chip donde se tratan estancias medias de pacientes crónicos y paliativos, entre otras cuestiones, según De Pablos.

Otro dos cuestiones que plantearon a Salud son organizativas. La primera, que se modifique el protocolo de actuación en urgencias una vez que entra el paciente crónico para que se derive directamente a la unidad de referencia a la que competa su problema, sobre todo, en los inmunodeprimidos. «Al pasar por urgencias pueden salir con más cosas de las que entraron», matizó De Pablos. La segunda es que se tenga en cuenta la participación del colectivo cuando se trate de medir los estándares de calidad de la sanidad.