La Comisión de Ordenación del Territorio ha rechazado este lunes por la mañana, por siete votos en contra (PP y Cs) y seis a favor (oposición de izquierdas), paralizar definitivamente el desarrollo urbanístico del sector Rojas-Santa Tecla en virtud de la nulidad dictada por el Supremo el 12 de junio de 2015 al faltar un informe que analizara exhaustivamente los recursos hídricos de la parcela para abastecer a 2.847 viviendas y regar un campo de golf de 18 hoyos, infraestructuras previstas en esta zona de Churriana.

Una moción de Málaga Ahora ha pedido que se paralizase el desarrollo urbanístico, lo que ha recibido el no de PP y Ciudadanos, aunque sí se ha aprobado que la Gerencia de Urbanismo proteja la Hacienda Santa Tecla y su jardines por su valor patrimonial de tipo etnológico, preindustrial, arquitectónico y botánico, que incluya en esta protección de grado uno a los cuatro molinos y batanes, la red de acequias, la alberca y los elementos etnológicos desaparecidos como la era circular de pavimento empedrado y la calera preindustrial, y que el departamento que dirige el edil de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, inicie los expedientes necesarios para la restitución de elementos arquitectónicos y arbóreos desaparecidos del Cortijo de Santa Tecla.

Pomares ha explicado que aquellos elementos para los que se pide protección ya lo están, y los molinos y batanes formarán parte de la promoción para darle más realce, ha negado que haya que restituir elementos arquitectónicos en el cortijo, pero sí ha recordado que ya Urbanismo intervino en el edificio y los jardines para evitar su deterioro. Estos tres puntos fueron aprobados con 12 votos a favor y una abstención.

El Plan Parcial de Rojas-Santa Tecla fue aprobado en pleno el 31 de marzo de 2017 y publicado en el BOE en octubre del mismo año. La parcela tiene 1,48 millones de metros cuadrados en total y se prevén casi 3.000 viviendas y un campo de golf de 18 hoyos, que ocuparán medio millón de metros cuadrados. Además, se han previsto 330.000 metros cuadrados de zonas verdes para uso público, 49.960 para centros educativos, 46.992 para zonas deportivas y dos parcelas para uso comercial que suman 46.922 metros cuadrados. La primera aprobación definitiva se produjo en 2009, aunque el TSJA y luego el Supremo frenaron en seco el plan porque no se analizaban los recursos hídricos de la zona y si estos podrían satisfacer el desarrollo previsto. El equipo de gobierno subsanó los documentos requeridos y aprobó de nuevo, definitivamente, el plan en marzo del año pasado.

Pomares ha dicho que no cabe paralizar el plan y el viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, ha explicado que paralizar el desarrollo urbanístico de esta parte de Churriana supondría sumir el tema en una gran inseguridad jurídica. La portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, ha señalado que esa zona tiene un gran valor ambiental y ha destacado el valor histórico de los molinos y del Cortijo de Santa Tecla, para insistir en que los vecinos de Churriana quieren equipamientos deportivos, carriles bici, atención médica continuada, centros para niños y mayores, equipamientos culturales, aceras, soterramiento de cableado, mejores accesos o parques.

Sergio Brenes, viceportavoz socialista, ha declarado que se trata de los últimos suelos disponibles de Churriana y ha calificado el proyecto como un ejemplo del "urbanismo depredador" heredero del boom del ladrillo, ha considerado que es necesario apostar por otros desarrollos urbanístico en esa zona que ayuden a diversificar la economía, para destacar el valor histórico del cortijo y de los molinos señalados.

Eduardo Zorrilla, portavoz de IU-MpG, ha recordado que este es uno de los convenios "especulativos y depredadores" del patrimonio urbanístico de la ciudad, "se firmó en la burbuja inmobiliaria", retomado tras la sentencia del Supremo porque faltaba el informe de aguas. Es un plan cuestionable, dijo, "desde el punto de vista jurídico", y atenta contra la continuidad natural de la Sierra de Churriana con la desembocadura del Guadalhorce y el cinturón verde que debería proteger a la ciudad.