Margarita Nelken Mansberger (Madrid, 1894-Ciudad de México, 1968) ya tiene su biografía y en un acto cargado de simbolismo, el libro será presentado por la subdelegada socialista María Gámez y el exconcejal de IU Manuel Sánchez Vicioso el próximo 11 de diciembre en el Ateneo.

Simbolismo porque Margarita Nelken rompió primero con el PSOE durante la Guerra Civil y ya exiliada en México fue expulsada del PCE.

«No se había recuperado su figura, quizás porque ninguno de los dos partidos la quería», comenta el escritor Antonio González Villena, el autor de la biografía Margarita Nelken. Impulsora del feminismo español, diputada socialista, miliciana comunista, exiliada, que acaba de publicar Ediciones del Genal.

El autor cree que se trata de la primera biografía sobre Nelken. «Sólo he encontrado nada más que pequeñas alusiones y pequeñas biografías, a veces contradictorias entre ellas».

Tres años ha tardado Antonio González Villena en completar su libro número 12, después de revisar toda la obra de esta poco conocida personalidad española y rastrear en periódicos de España y México, pues tuvo una amplia labor como periodista y crítica de arte.

«Estaba investigando la Guerra Civil y me apareció este personaje», cuenta. De raíces judeo alemanas, un abuelo llegó a Madrid para arreglar el reloj de la Puerta del Sol y se quedó en la capital de España para montar una joyería y relojería. Margarita Nelken, cuenta, tuvo una buen educación y pronto se destacó por su preocupación por los asuntos sociales y la situación de la mujer.

«Fue una luchadora total en defensa de la mujer. En los años 20 ya defendía que la mujer tenía que imponerse por el razonamiento, porque si cumplía su trabajo y era el mismo que el que hacía un hombre, no tenía que rebajarse a cobrar menos que él», explica Antonio González.

Margarita Nelken fue además, junto con Clara Campoamor y la malagueña Victoria Kent, una de las tres primeras diputadas en la historia parlamentaria española con el estreno de la II República, en 1931, con la particularidad de que fue la única que estuvo tres legislaturas, hasta el final del Gobierno legítimo, cuando tuvo que marchar al exilio.

El escritor malagueño recuerda que la política combatió la prostitución y fue una «orgullosa» madre soltera que criticó con dureza el destino de muchas de estas mujeres en instituciones de la Iglesia: «Las ponían a trabajar como esclavas a cambio de un poco de comida», señala el autor.

La biografía no sortea aspectos controvertidos de su vida como su supuesto papel de agitadora de los sucesos revolucionarios de Castilblanco (Badajoz) al comienzo de la II República, pues era diputada por Badajoz o el que le achacaran una actitud permisiva con los fusilamientos de presos franquistas durante la Guerra Civil.

La polémica sobre su figura ha llegado hasta 2009, como recoge el libro, cuando con los votos del PP y el voto en contra de PSOE e IU, el Ayuntamiento de Badajoz retiró una céntrica calle con su nombre.

Murió en México, en un doble exilio político después de su expulsión del PCE en 1942. La biografía saca a Margarita Nelken de un injusto olvido.