El Consejo Rector de Urbanismo se reúne este jueves, a partir de las diez de la mañana en el edificio de la Gerencia Municipal, tiene previsto, entre otros puntos del orden del día, aprobar el proyecto de demolición del edificio de los antiguos cines Astoria y Victoria, un paso fundamental para el entramado urbano de Málaga, porque por primera vez en décadas la plaza de la Merced quedará sin fachada en uno de sus laterales y supone, además, el primer paso para la instalación en la parcela de un edificio translúcido que albergue un auditorio de 1.500 personas en el sótano, y usos culturales, sociales y gastronómicos en el resto de plantas (el proyecto se conoce como Málaga All Space). Tirar este inmueble costará 413.790 euros.

Así, se propone al Consejo Rector desde el Departamento de Arquitectura e Infraestructuras la aprobación del proyecto de demolición, que se redactó tras el encargo del Área de Alcaldía y que está compuesto por siete fases, de forma que se retirarán de forma ordenada los diferentes elementos que constituyen los edificios adosados. Así, se incluye un proyecto de gestión de residuos de demolición y construcción, un plan de desamiantado, en el que cual se determina el tratamiento a dar a los residuos generados, tanto a los de tipo inerte como a los peligrosos. Hay medidas ambientales para reducir el impacto de los trabajos, medidas técnicas de seguridad y sobre la ordenación del tráfico rodado y peatonal. Finalizada la ejecución del derribo, se incluye un cerramiento opaco de 2,50 metros de altura y una lona serigrafiada con una altura total de 5,50 metros. El plazo será de dos meses.

El presupuesto base de licitación (habrá de salir a concurso) es de 413.790 euros, IVA incluido. Asimismo, el proyecto habrá de contar con la aprobación de la Comisión de Cultura de la Junta de Andalucía, al encontrarse el mismo en el Centro Histórico, que es Bien de Interés Cultural (BIC). Así, el proyecto será aprobado este jueves, aunque también deberá contar con el informe favorable del Ejecutivo andaluz.

El pasado mes de noviembre, Cultura respondió a la Gerencia que sí autorizaba la demolición, aunque esta debía condicionarse a una tramitación administrativa pendiente (la del proyecto Málaga All Space), que podría suponer cambios en su diseño y determinaciones, por lo que antes de tirar el inmueble habrá de enviarse a la Delegación Territorial de Cultura para analizarla. Asimismo, sobre la lona serigrafiada de 5,50 metros no se aportan detalles, por lo que un expediente complementario deberá analizar su ejecución y acabado, al tener incidencia directa en la percepción del conjunto histórico protegido. Así, habrá de enviarse la documentación de detalle. Asimismo, la protección de los restos arqueológicos que quedaron al descubierto tras la excavación de 2007 y 2008 debe realizarse con control arqueológico de movimiento de tierra, actividad que habrá de ser autorizada por la Junta y realizada por un arqueólogo.