Málaga afronta el abastecimiento de agua en este otoño de una forma muy distinta a la del año pasado. El inicio del año hidrológico no ha podido ser mejor para los pantanos malagueños, que han logrado dejar atrás la amenaza de la sequía gracias a los temporales que se resisten a abandonar la provincia. Si hace doce meses, los embalses apenas superaban el 30% de llenado, en la actualidad estos están por encima del 70%, lo que además asegura el suministro hídrico para casi cuatro años.

A fecha de ayer, las presas de la provincia acumulaban 452 hectómetros cúbicos, es decir, un 73% de su volumen total de llenado. Y en la última semana han ganado siete hectómetros más, gracias a las lluvias de los últimos días. Es más desde finales de octubre hasta ahora, el caudal ha aumentado en veinte hectómetros cúbicos -las fuertes lluvias que afectaron especialmente a la comarca de Antequera y la Costa del Sol hace poco menos de un mes dejaron alrededor de 90 hectómetros en pocos días, lo equivalente al consumo de la capital malagueña en año y medio-. Con todas estas reservas acumuladas en este último mes la provincia suma ahora más del doble de caudal que hace un año.

La mejoría experimentada por los embalses malagueños se ha dejado notar especialmente en el conjunto de presas del Guadalhorce. Hace un año estaban en situación de prealerta de sequía, con un caudal excesivamente mermado que no aseguraba el suministro; en estos momentos los pantanos del Guadalteba, Guadalhorce y Conde del Guadalhorce suman 300 hectómetros cúbicos, a muy alto porcentaje de llenado -este conjunto fue el que más se benefició de la gota fría que afectó a la zona norte de la provincia a finales del pasado octubre-.

En muy buena situación se encuentra también el pantano de La Concepción, que abastece a la Costa del Sol y que fue el que menos sufrió el efecto de la sequía el pasado año. En la actualidad se encuentra al 82% y acumula más de 50 hectómetros. El embalse de La Viñuela, el que más notó la falta de caudal, es el que está a un menor porcentaje, 40%, al haber notado menos el agua de los temporales y suma 66 hectómetros, casi el doble que hace un año.

Aunque la mala situación del año pasado obligó a la Junta de Andalucía a anunciar la puesta en marcha de un decreto de sequía para la comunidad, éste quedó aplazado con las lluvias que llegaron la pasada primavera, que normalizaron los caudales de los pantanos de la región. La Administración autonómica dijo, no obstante, que se seguiría trabajando en esta normativa, que sólo se aprobaría en caso de ser necesaria.