Como en las buenas películas, lo mejor del debate provincial que se celebró ayer en el centro territorial de Canal Sur en Málaga, llegó al final. En ese minuto de ortodoxia que le fue concedido a los representantes del PSOE, PP, Adelante Andalucía y Ciudadanos para que se dirigieran a la cámara en primer plano y pidieran el voto sin desgarrar mucho el argumentario que llevaban preparado. Sirvió para romper el letargo. Durante los 59 minutos anteriores, una cierta contradicción se apoderó del plató. Para que haya debate, resulta clave que los participantes en el mismo se interrumpan e interpelen, incluso eleven el tono sin entrar en la falta de respeto. No hubo nada de aquello. Si acaso amagos puntuales, pero sofocados siempre por el moderador al instante. ("Deje que termine su turno"). No porque Juan Carlos Jiménez, el periodista al mando de la velada televisiva, tuviera algo en contra de potenciar una sana disputa. Sencillamente, es el formato de bloques que pactan los partidos. Porque se sienten más cómodos cuando sus candidatos tienen marcados unos turnos fijos, ayer fueron de dos minutos, que se van sucediendo como el intercambio de una pelota en un partido de tenis.

José Luis Ruiz Espejo, americana negra con camisa blanca, como representante del PSOE. Esperanza Oña, combinación rosa y negra, además de única mujer en la mesa, alineada por el PP. Guzmán Ahumada, chaqueta gris y camisa verde, para Adelante Andalucía. Javier Imbroda, americana negra y camisa azul, para defender a Ciudadanos. El primero de los dos bloques a tratar se había denominado "Empleo y Economía". Ruiz Espejo fue el primero en intervenir. En su línea de pulso calmado hizo un repaso de los logros acumulados por el PSOE en la última legislatura. Según él, canalizados en "el PIB más alto de la historia" y en una economía que estaría creciendo ahora mismo en torno al tres por ciento.

Oña, como era de esperar, dibujó una realidad opuesta, con una Andalucía relegada en el crecimiento y eternamente condenada a estar por detrás de las demás regiones. Persistente en sus argumentos, la que más durante el debate, con un tono resonante, tenaz, se fue abriendo camino y colocó bien sus ideas. "Andalucía se distancia cada vez más de las demás comunidades. No tenemos porque ser siempre los líderes en el desempleo", apeló a un cambio que sólo puede venir, según insistió, con un PP que mejoraría la gestión al frente de la Junta de manera notable.

Los debates, cuando son a cuatro, dificultan per se los choques directos. Fue Ahumada quien más trató de repartir entre todos. Una defensa cerrada de los servicios públicos y el afán por ser la alternativa a la izquierda del PSOE primaron en sus intervenciones. "Somos un temor para la derecha y eso nos hace seguir adelante", presumió de que estaba siendo él, el que recibía las mayores críticas, en este caso, de Imbroda.

El candidato naranja, el que se vio menos suelto de los cuatro, centró el núcleo de sus intervenciones de manera obsesiva en los impuestos y en el temor de que una alianza entre PSOE y Adelante Andalucía podrían elevar la presión fiscal hasta puntos nunca vistos. "Yo no quiero que el señor Iglesias sea responsable de la economía de esta comunidad", dijo. "Necesitan los impuestos de los demás porque no saben generar riqueza por sí mismo", añadió en otro de sus turnos. Una sospecha que siempre fue contestada por Ahumada, subrayando que su partido no persigue elevar tributos, sino una redistribución de los mismos en función de la riqueza.

El segundo bloque del debate, "Servicios básicos e infraestructuras", se liquidó verdaderamente sin que ningún candidato lanzara una propuesta concreta. Esta también fue una tónica generalizada. Mucho reproche y mirada al pasado, pero salvo pinceladas generales ninguno de los cuatro puso proyectos concretos y palpables para la provincia. No fue un debate emocionante. Un empate a tres sería lo más justo. Con Oña algo por delante, en todo caso, por ser la que más fuerza le imprimió. Imbroda, eso sí, algo por detrás. Al cabeza de lista naranja se le ha visto más placentero y asentado en los mítines al uso que está celebrando su partido en esta campaña, y en los que él está participando de manera muy activa.