La necrópolis musulmana medieval de Yabal Faruh (Gibralfaro), en la malagueña de calle Agua e integrada en una promoción de viviendas de la vía dado su altísimo valor patrimonial e histórico, enfrenta desde hace ocho años a la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, el tiempo, por cierto, en el que se anunció que se iba abrir al público con un circuito de visitas del cementerio islámico, conformado por dos mezquitas funerarias, un mausoleo y oratorios de esta naturaleza. La fecha de apertura que se dio fue 2010, pero aquello sigue cerrado a los malagueños por una disputa entre administraciones sobre si el Ejecutivo andaluz debe, o no, presentar la petición de licencia de apertura, lo que ahora se llama Declaración Responsable.

Ha sido el grupo municipal de IU-Málaga para la Gente (IU-MpG) el que preguntó en el último Pleno el motivo por el que la necrópolis de Yabal Faruh se encuentra cerrada, qué acciones ha realizado hasta hoy el Consistorio para solucionar la situación y qué próximas acciones tiene previstas para abrir el antiguo cementerio islámico. Por último, el grupo de izquierdas también quiso conocer qué reuniones o gestiones se está realizando por parte del Consistorio con la Junta para resolver este problema.

Así, el Ayuntamiento respondió el pasado 31 de octubre de 2018, y explicó que el 12 de junio y el 23 de julio pasados recibió sendos escritos firmados tanto por la Delegación Territorial como por la Secretaría General de la Consejería de Cultura. En el primer de ellos, la Junta pide al Ayuntamiento que confirme expresamente que la actividad de la sala de exposiciones del yacimiento arqueológico (calle Agua, 22) queda excluida de la solicitud de licencia de apertura. Fue pedida en su día, en 2009, pero luego se solicitó su anulación, en concreto el 26 de julio de 2013, sin que el Consistorio contestase.

En el segundo escrito (julio de 2018), se solicitaba por parte de la Junta que se confirmase expresamente que la Administración autonómica estaba excluida de la obligación de tramitar la declaración responsable. El Ejecutivo andaluz explicaba que las mezquitas funerarias son un Bien de Interés Cultural (BIC) y suponen un espacio muy adecuado para transmitir valores, ya que cubren un vacío en la oferta cultural de la localidad y permitirían «desplegar unos contenidos de primer nivel», que desborda con mucho el mero interés de una visita turística. Por tanto, estaría incluida en el artículo 4.1 de la Ordenanza Reguladora del Procedimiento de Ejercicio de Actividades mediante Declaración Responsable, por lo que consideran innecesario abrir un procedimiento para solicitar y disponer de una licencia de apertura del espacio cultural, al entender que la misma quedó incluida en la correspondiente licencia de obras solicitada para adecuar el espacio.

Una declaración responsable es el documento suscrito por el titular de la actividad o su representante, en el que manifiesta bajo su responsabilidad que cumple con todos los requisitos urbanísticos y sectoriales exigidos por la normativa vigente para implantar, modificar o ejercer la actividad, que dispone de la documentación que lo acredita y que se compromete a mantener su cumplimiento durante el tiempo en que ejercite su actividad. En definitiva: es el titular el responsable de que su local y su actividad estén de acuerdo a normativa, según se explica en la web del estudio Aima Arquitectura.

Así, el Ayuntamiento acaba determinando que en este caso lo argüido por la Junta no estaría entre los supuestos de exclusión y sí que estaría incluida como «actividad obligada a la presentación de una Declaración Responsable (...) al no tratarse de una actividad docente sino de una cultural y social, sujeta, prima facie, al ámbito de aplicación de la Ley 13/1999, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía», expresa en su informe el área municipal correspondiente.