En Málaga existe la magia urbanística, aunque el mundo de la calificación del suelo parezca lo más alejado de Juan Tamariz. El caso es que el PGOU en vigor dejaba constancia de que junto al Arroyo Jaboneros existía una estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) calificada como sistema técnico.

Pero tras la sentencia del TSJA de 2015 que declaraba esa calificación no conforme a derecho por haberse levantado en 2005 en zona verde -aparte de en terrenos del Ministerio de Fomento, sin permiso ministerial y sin que constara permiso de obra-, el Ayuntamiento de Málaga se ha limitado a pintar de verde el plano, hacer desaparecer las iniciales ST de sistema técnico y con ello, borrar del mapa la instalación de Emasa. Así da por cumplida la sentencia.

Eso sí, la estación de bombeo sigue en el mismo sitio y causa idénticas molestias a Manuel Hijano, que vive en el chalé de al lado y como recuerda esta semana, «los colectores de salida están a 1,30 centímetros de los cabeceros de nuestras camas y aparte de soportar ruidos y malos olores he tenido dos inundaciones de aguas fecales dentro del domicilio». Pero como ya no hay ni rastro del EBAR del Jaboneros en el plano del PGOU concluye con ironía: «Es una estación fantasma».

Precisamente, el pasado día 5, la Consejería de Medio Ambiente publicaba en el BOJA el expediente de cumplimiento de la sentencia del TSJA.

En todo caso, a este vecino, que lleva 12 años luchando porque la estación se traslade de sitio, el cambiar las cosas para que todo siga igual, leitmotiv de la novela El Gatopardo, le parece «un ilícito». «Por una sencilla razón: si no puede haber un sistema técnico en zona verde y lo hay es que en este país las sentencias y todo lo que está reflejado en la ley no sirve para nada porque los políticos hacen lo que les da la gana», lamenta.

En la actualidad, y después de que nueve asociaciones de vecinos de Málaga Este llevaran a la Fiscalía de Málaga esta situación, que archivó la denuncia y contestó que tanto la EBAR del Jaboneros como la del Gálica, también en zona verde, «admiten el uso que se desarrolla», este vecino aguarda la revisión de oficio del TSJA.

Al mismo tiempo, está en contacto con la Comisión Europea porque su propósito es que el Ayuntamiento devuelva el importe de los fondos FEDER que sirvieron entre otras cosas para instalar la EBAR , al sufragar las obras «en un 80 por ciento». «Toda la instalación costó más de 13 millones de euros. No es que salga caro mover la estación, lo caro es no tener cabeza», argumenta.

Manuel Hijano advierte de que si el Ayuntamiento opta por dejar la estación de bombeo «fuera de ordenación» -como anunció a este periódico en marzo del año pasado el entonces concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez-«sería un presunto ilícito porque tendría que hacerse con carácter sobrevenido: ese edificio tendría que estar construido en su momento legalmente y ya en el PGOU del 83 y el 97 esa zona ya es zona verde».

Raúl Jiménez declaró entonces que trasladar la estación costaría 3 millones de euros y que no se movería hasta que no se desarrollara la zona, en la que hay previsto que la mitad de la parcela sea una carretera para enlazar con la calle Antonio Trueba y la otra mitad siga como zona verde.

Para Rafael Caparrós, presidente de la asociación de vecinos Zona Popular de El Palo, el Ayuntamiento de Málaga debe reintegrar a la Unión Europea los fondos FEDER «al haber sido invertidos en una irregularidad urbanística». Tanto el dirigente vecinal como Manuel Hijano reclaman que la EBAR se traslade a algunas de las dos zonas propuestas por la Demarcación de Costas junto a la desembocadura del Jaboneros.

El pasado viernes, una portavoz de la Gerencia de Urbanismo señaló que después de que la Junta haya informado favorablemente el expediente de cumplimiento de la sentencia, como recoge el BOJA, se remite a lo argumentado cuando se aprobó en 2017 el cambio de calificación: que la sentencia no obliga a mover la EBAR de lugar.

Todo seguirá como antes... pero de color verde.