Un nuevo análisis encargado por el Ayuntamiento malagueño ha confirmado la latencia del virus de Newcastle en la zona del parque de Huelin, lo que provoca la muerte de las tórtolas. El Ayuntamiento lleva años realizando un exhaustivo seguimiento sobre la mortandad de estas aves.

Esta afección vírica latente supone la muerte regular y constante de tórtolas en este entorno. Los cadáveres de estas aves, que no suponen riesgo alguno para las personas, son retirados diariamente por los operarios de la contrata del Servicio de Parques y Jardines, según afirma el Consitorio en un comunicado.

El virus de Newcastle no tiene ninguna repercusión ni incidencia negativa en la salud pública, aunque afecta a muchas especies de aves domésticas y silvestres, ya que se transmite entre las propias aves. Este carácter contagioso es el que ha causado que el virus se haya propagado entre la colonia de tórtolas que anidan en el parque de Huelin y su entorno.

La transmisión se produce por contacto directo con aves enfermas, a partir de sus secreciones oculares, respiratorias y digestivas, heces y orina. El nombre de este virus obedece a que en 1926 se detectó esta enfermedad en la ciudad inglesa de Newcastle, tras llegar a través de un barco procedente de la isla de Java, donde se localizó por primera vez, según mantienen los expertos, quienes sostienen que se ha detectado en aves de otras ciudades españolas y de todo el mundo y también en palomares.

Hasta ahora no existe un tratamiento efectivo para esta enfermedad. Por ello, el Área de Sostenibilidad Medioambiental, a través del Servicio de Vigilancia Sanitario-Ambiental y la empresa adjudicataria del servicio de control de aves, seguirá llevando a cabo periódicamente la supervisión y control de este virus.