­Falta un día para una gran cita. La Gran Recogida de Alimentos tiene lugar este viernes y sábado y el presidente de Bancosol, Joaquín Jiménez, explica por qué es tan importante participar.

¿Cómo se está desenvolviendo la campaña?

Se han ido superando las adversidades muy bien. Hablamos de 4.000 voluntarios y 343 centros. Movilizar a tantas personas no es fácil. Hay un trabajo detrás muy largo que empieza en enero y todo el mundo está respondiendo muy bien. Hay algunas que han sido de más dificultad, como viene siendo habitual, zonas como Marbella, Fuengirola y Mijas, pero mejor que otros años.

¿Hay menos participación allí?

Sí, por el tema del voluntariado. Hay que tener en cuenta que son zonas donde hay más turismo, otro tipo de vecindad y son comunidades distintas a las que podemos encontrar en la capital o en otras zonas del interior. No es por nada negativo, sino por la idiosincrasia de cada zona.

El objetivo de este año es llegar a 650.000 kilos, ¿es factible?

Más que un objetivo es un aliciente. Nuestro objetivo es estar en la calle denunciando una situación que entendemos injusta que es el despilfarro de alimentos y la grave necesidad que hay. Seguimos atendiendo a 45.000 personas en la provincia de forma asidua.

¿Qué supone esa cantidad para Bancosol?

Bancosol reparte al año 6,5 millones de kilos. Estamos hablando de que la Gran Recogida supone en torno al 10 por ciento de los alimentos que distribuimos en el año, o sea que es un gran apoyo, pero tenemos que seguir a lo largo del año haciendo operaciones kilo y llamando a empresas para que nos donen alimentos. Hay mucho trabajo durante todo el año porque las personas no solo comen en Navidad.

¿Cuál es la dinámica cuando acaba la campaña? ¿Cómo se distribuyen los alimentos?

Todos esos kilos vienen a nuestra nave. Durante un mes los clasificamos porque nos llegan unos 1.500 contenedores de cartón grandes, con unos 400 kilos en cada uno, y vienen mezclados. Los clasificamos para darles salida inmediata. La leche, que es un producto que tiene una vida corta, pedimos a los voluntarios que la pongan aparte para al día siguiente de recibirla empezar a distribuirla. Los alimentos empiezan a ser distribuidos desde el primer momento.

¿Qué alimentos hacen más falta?

Este último mes hemos tenido falta de leche y aceite nos falta durante muchos meses. Este año estamos pidiendo de forma especial leche, aceite y alimentos precocinados en lata o botes de cristal. Con estos logramos larga duración y ahorro energético. Además, no necesitan de otros alimentos para consumirse. Hay muchas personas que esas latas las abren directamente y las comen con la temperatura que sea porque no tienen otra capacidad.

Durante la presentación de la campaña se hizo hincapié en que la crisis no ha terminado.

En Málaga atendemos a 45.000 personas. En los momentos previos a la crisis atendíamos a 24.000 y en el momento álgido de la crisis llegamos a atender a 58.000. Eso quiere decir que la crisis no ha pasado, sigue arraigada en nuestra sociedad. El precio de la vivienda, el trabajo precario o el hecho de que en una familia haya una persona trabajando no garantice que tengan capacidad para llegar a fin de mes son situaciones agravantes e indicadores que nos dicen que esto va para largo.

¿Cuál es el perfil de esas personas ahora?

El perfil cambió hace tiempo con la crisis. Hay muchas familias con hijos en situación de dificultad, ya no solo hay que mirar al indigente, sino a hogares de nuestro entorno. También hay mucha pobreza vergonzante, personas que no quieren salir a la calle porque no tienen dinero que gastar, que han perdido círculos de amigos porque no pueden consumir o porque les de miedo reconocer esa situación.

La mayor parte del despilfarro se da en los hogares¿Cuál es el principal problema que existe en este sentido?

El 42 por ciento del despilfarro se da en el hogar. Son cifras escalofriantes. En España se tiran 7,7 millones de toneladas al año, es una barbaridad. Estamos tirando más de 100 kilos por persona al año. Bancosol ha iniciado un programa de trabajo en los institutos con primero de Bachillerato. Está teniendo un resultado bonito y creemos que puede tener buena repercusión. El motivo de iniciar un trabajo con los jóvenes es porque son los que más se involucran en la lucha y los que más pueden influir en sus padres y hermanos. Además, la sociedad de consumo en la que vivimos en una gran responsable.

¿Cree que hacen una labor que corresponde a las administraciones?

Todas las ONG estamos supliendo una serie de actividades que tendrían que hacer tanto el sector público como privado. Ojalá que Bancosol pudiera reinventarse o incluso dejar de existir porque no hubiera necesidad, pero mientras exista pobreza y despilfarro ahí estaremos.

El padrino de la campaña de este año es Antonio Banderas. ¿Cree que es importante que personajes públicos como él se involucren?

Los necesitamos. Parece mentira pero la gente se siente más sensibilizada cuando los ve. Da más vitalidad a la campaña. Esperamos que se note el resultado

¿Qué diría a aquellas personas que dudan sobre dónde llegan los alimentos?

Ninguna entidad por sí misma podría distribuir los alimentos de forma adecuada. Nosotros trabajamos en red con más de 200 asociaciones que conocen su barrio o su pueblo y son las que recogen nuestros alimentos y los distribuyen entre los necesitados de esas zonas. Ellos son los garantes de que los alimentos van a llegar a esas personas realmente necesitadas. Con independencia de que Bancosol pide para dar alimentos a las personas valoradas por los trabajadores sociales.