La decisión de los hosteleros malagueños de suspender el cierre patronal de este viernes, día de la inauguración de la iluminación navideña, tras el acuerdo entre Ayuntamiento de Málaga y Mahos, ha provocado la indignación entre los vecinos afectados del casco histórico. Aunque, según recalcaba ayer el edil de Sostenibilidad, José del Río, el ZAS sigue adelante, habrá ligeras modificaciones. El gobierno local se compromete a hacer un estudio de los usos del Centro y un protocolo para suavizar el artículo 11.2 del decreto 155/2018 de la Junta sobre qué requisitos habrán de cumplir los hosteleros para renovar sus terrazas. Son las dos principales novedades anunciadas ayuer por el Consistorio en rueda de prensa.

Ante este nuevo cambio de escenario, con el que el Ayuntamiento gana tiempo, la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga ha enviado en las últimas horas un escrito al Ayuntamiento de Málaga, en el que se le exige que "cumpla la legislación vigente sobre ruido en todas las actividades que se desarrollan en la vía pública". La agrupación, que representa a los más de 4.600 vecinos empadronados en el Centro Histórico, recuerda al consistorio que el decreto 155/2018 de la Junta de Andalucía establece que la renovación de las terrazas en zonas residenciales "deberá estar motivada en el cumplimiento de los objetivos de calidad acústica". La Asociación recuerda que la ordenanza municipal de vía pública dispone que las autorizaciones para terrazas se renuevan "tácitamente" salvo cuando haya circunstancias que modifiquen las condiciones que dieron lugar a su autorización, que el Centro Histórico es de uso residencial según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que por tanto es necesario justificar para el año 2019 que cada terraza cumple los límites de ruido.

En el escrito presentado, la asociación ha solicitado "que se suspendan de manera inmediata los procedimientos administrativos de renovación de las terrazas existentes" mientras se instruyen los expedientes que determinen "que se van a respetar los objetivos de calidad acústica", un procedimiento en el que se pide "se dé audiencia a esta Asociación de Vecinos".

La agrupación no considera válida ni jurídicamente respetuosa ni compatible con el decreto 155/2018 ninguna solución que pase por "retomar actuaciones que ya se han demostrado en el pasado fallidas, como poner en marcha medidas de concienciación", o compromisos de los empresarios con algo parecido a "propósitos de enmienda" o "autorregulación". "Solo podemos admitir -continúa el escrito- el cumplimiento riguroso de los objetivos de calidad acústica. Por tanto: 65 decibelios por la mañana y la tarde y 55 decibelios por la noche". Consideran que el modelo de ciudad actual "cercena la calidad de vida de los ciudadanos y se fundamenta en un empleo de baja calidad y en un monocultivo económico difícilmente sostenible a largo plazo".

Seguridad jurídica

La asociación recuerda además al Consistorio que el mantenimiento de la convivencia democrática se fundamenta en el cumplimiento de la ley, fuera de la cual no existe la "seguridad jurídica", por lo que un grupo de presión no puede negociar la aplicación de protocolos o artimañas destinados a la manipulación del espíritu de las leyes. En este sentido, le insta a la publicación inmediata en el Boletín Oficial de la Provincia de la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas que fue aprobada en pleno hace más de un mes, y le recuerda que los derechos fundamentales de la ciudadanía prevalecen sobre los intereses de parte de un subsector económico.