Mediante talleres de Soporte Vital Avanzado, los profesionales sanitarios del centro hospitalario, están mejorando los niveles de seguridad del paciente. Así, el personal de la unidad de Anestesiología mejora sus habilidades y destrezas clínicas ante situaciones vitales para el enfermo. Esta actividad formativa forma parte de un proyecto docente de continuidad innovador avalado por la Fundación Iavante y la Agencia de Calidad Sanitaria de Andaucía (ACSA)

Los especialistas han recibido tres días de formación con el objetivo principal de optimizar la seguirdad del paciente quirúrgico y reducir las situaciones extremas . Por ello, han trabajado en protocolos de actuación sobre cómo afrontar de la manera adecuada una parada cardiorespiratoria (PCR), o tras una situación de crisis en toda el área quirúrgica y en la recuperación postanestésica, trabajando con un simulador humano que reemplaza la figura del paciente.

El director de la Unidad de Gestión Clínica de Anestesiología y Reanimación, José Cruz, ha explicado que "esta actividad formativa se encuentra integrada dentro del plan de formación continua especializada multidisciplinar" para que todos los trabajadores del área "dispongan de todo el conocimiento y experiencia para actuar en las situaciones más críticas que puedan presentarse diariamente". El experto asegura que esta formación "viene a consolidar la experiencia de los profesionales sanitarios y redunda en la calidad asistencial que se presta a los pacientes”.

Por su parte, el especialista en Anestesiología y Reanimación e instructor nacional de Soporte Vital Avanzado (SVA), Alfredo Malo, ha destacado que la utilización del robot "permite un nivel de simulación muy cercano a una situación real, permitiendo ensayar todo tipo de situaciones críticas".

El modelo, de alta fidelidad, denomiado Simman 3G es uno de los más prestigiosos del mundo que reproduce un importante abanico de funciones fisiológicas de manera inalámbrica. Este es capaz de detectar la calidad de la reanimación cardiopulmonar efectuada, reconocer los fármacos administrados y reproducir sus efectos, entre otros.

Las sesiones prácticas de este curso, se desarrollan por grupos a los que se les presenta una simulación de un caso clínico con situaciones complejas que podrían darse en un quirófano. Solo con la ayuda de los compañeros deberán resolver la situación.

Los talleres no sólo trabajan la importancia de realizar estas simulaciones, sino que inciden en los aspectos éticos del manejo de las situaciones peligrosas y en cómo informar sobre eventos adversos a pacientes y familiares.